“Un reino en busca de un nuevo Rey”: crónica del proceso electoral

Chimbote en Línea.- Siempre me fascinaron las historias donde un apuesto príncipe rescataba a una bella doncella en peligro, ya sea por un dragón o por una maldición que alguna bruja sin escrúpulos – como muchas que conozco – le regaló al nacer. No obstante a lo largo de mi plena y cansada vida adolescente, esas historias que Disney me enseñó a querer fueron cambiando de contexto.

Soy parte de este reino o para sonar algo más intelectual de está monarquía electorera, donde dentro de algunos meses se elegirá a un nuevo rey – o alcalde si lo prefieren así – y junto a él a sus nuevos cinco hidalgos que le protegerán a lo largo de su mandato de cuatro años.

Desde tierras lejanas pertenecientes al reino, han arribado un sinfín de caballeros en busca de la preciada corona, cada uno con una virtud o defecto en especial. Algunos llenos de soberbia pregonan por las calles que pronto ellos gobernarán y al anciano rey a los calabozos mandarán, mientras algunos caballeros con fachas de bufones alardean de lo fácil que sería manejar un reino sin nunca antes haber sido rey. Cada quien a su lado lleva un mago como el rey Arturo en sus años de reinado confió en Merlín, pero vaya que magos – ¿o serán vagos? – sí que el reino está en decadencia.

Por las pistas mal trechas del reino, veo pasar por las calles en un corcel ya anciano,a punto de expirar su último aliento a Sir,  Figueroa (Democracia Directa), el caudillo de muchas almas del reino, el clásico caballero que Disney nos ha enseñado a conocer, sin temor a nada y ni a nadie – bueno al menos eso es lo que él suele decir – la esperanza de muchos vasallos del reino.

Él al verme me levanta la mano en señal de saludo -  imagino que no sabe que soy menor de edad y no votaré en estas elecciones –, sin embargo le respondo con respeto como una dama saluda a un caballero y le dejo seguir su camino, con algo de suerte podría ser nuestro nuevo rey.

A los pocos minutos cuando estoy a punto de cruzar la calle, aparece él, quien fuese rey hace unos años atrás, cabalgando un hermoso corcel negro que irradia vitalidad – dicen que fue un regalo de su hijo, el príncipe de Narnia – Sir Falconery(Río Santa).

Me quedo anonada al ver su antigua armadura sin pulir, adornada con diamantes hermosos, diamantes que yo quisiera tener, pero dudo que por el momento los pueda poseer. Miro un poco más atrás y veo que le siguen un grupo de niños, entonando canciones de sus batallas – que las ganaron sus hidalgos, pero el mérito es suyo – y defendiéndole a capa y espada de las burlas de algunos pocos.

Él me ve y se baja del corcel me coge de las manos y me saluda amablemente, yo le regalo una pequeña sonrisa y le devuelvo cortésmente su gentileza y se marcha. Acoto que aquel caballero tiene un hermoso castillo casi al terminar el reino, y aunque me parece un caballero amable, dudo mucho que vuelva a reinar.
Llego retrasada a mi casa, mi madre me regaña con cariño y me excuso argumentando que conocí a dos caballeros que lucharán por el trono del viejo rey, sonríe y me dice que muy rápido estoy creciendo, me cuenta un poco más de aquellos caballeros hasta caer rendida a los brazos de Morfeo.

A la mañana siguiente como es de costumbre por estos lares, salgo a recorrer en la carreta nueva que a mi amiga le acaban de obsequiar, sin imaginar que a otro caballero que el reino quiere gobernar, los oráculos a mi vida han de enviar.

De este caballero conozco por historia de mis ancestros su alma caritativa, y su deseo de gobernar cualquier reino – ha intentado ser rey en todas partes -, sin haberlo logrado jamás. Él no tiene un corcel, dice que prefiere caminar, lucir su fascinante armadura que Cega mi vista por lo brillante que es. Trata de acercarse a saludarnos – recuerden que estoy junto a mi amiga en su carreta – pero uno de sus vasallos nos saluda por él, algo raro de verdad. Acoto que me gusta el porte de Sir Carranza (Somos Perú), pero dudo mucho que se haga con la corona del reino.

Carlos aparece frente a nosotros sorprendido, y nos cuenta que dos amautas quieren ser rey. No le creemos y corremos junto a él, hasta llegar a la plaza del reino y cada quien en su esquina los encontramos, al primero que vemos es al amauta Moreno(Alianza Para el Progreso), que junto a su hidalgo con alma de arlequín intentarán según sus ideas intentarán reinar, mientras el amauta Vergaray (Acción Popular) antes de querer gobernar, tendrá que borrar de su vida la sombra de un antiguo monarca de tierras muy lejanas, que ahora se encuentra conversando con el hombre de la máscara de hierro.

Creo que es mucho para mí, hasta que no termine la elección del nuevo rey, supongo que no volveré a salir de mi regazo y es que no quiero encontrarme con otro que intente gobernar mi reino de azúcar. Escuché además nombrar a un caballero que no conozco Sir Del Rio(Somos Perú) que también intentará luchar por él reino, le deseo la mayor suerte del mundo – de quien dicen es admirador del caballero Carmelo -, este 05 de octubre y también para el resto de caballeros, amauta, herreros, bufones y ogros que deseen ser el nuevo rey.

Ya estoy lista para dormir y al acercarme a la ventana para despedirme del día, me pregunto si él rey Collazos, seguirá atrincherado en su castillo, junto a sus herederos preparando su estrategia para no ser derrocado o estará haciendo sus maletas para regresar a su pueblo añorado. Ya no importa la verdad.

Sin duda prefiero los cuentos de Disney a los cuentos que la vida le prepara a mi vida.

Alumna: Lucero Tatiana Malva Calderón
Grado: Quinto
I.E.: San Jacinto
Profesor Asesor: Alberto Malabrigo Flores

 

 

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