¿Se debería experimentar con animales? (Christian Mostacero Tafur -IE. La Libertad)

Chimbote en Línea.- La utilización de animales en el campo de la investigación médica plantea cuestiones éticas y morales que afectan diversas maneras las emociones de la gente. Los científicos alegan que mucho del progreso que se ha realizado en la medicina hubiese sido imposible sin el uso de animales. Un científico dijo: “Si no pudiéramos investigar con animales, estaríamos atados de manos”.

Los conservacionistas y defensores de los animales se lamentan de los abusos contra los derechos del animal, y del sufrimiento y de las indignidades que se infligen a millones de animales utilizados en la experimentación. Alegan que en la actualidad hay buenas alternativas a los animales que los científicos deberían usar, como por ejemplo los modelos de ordenador y los cultivos de tejido.
¿BENEFICIOSA O PERJUDICIAL?
Consideremos primero el punto de vista científico sobre la investigación animal. En el año 1900 la esperanza de vida era de unos cuarenta y siete años, y en otras partes del mundo la expectativa era aún menor. La temible parálisis infantil, causaba anualmente la muerte de unas treinta mil personas por todo el mundo. Algunos niños de tierna edad tampoco sobrevivieron a su primer ataque de fiebre tifoidea, difteria, escarlatina, sarampión, tos ferina o pulmonía. La lista parece interminable.

EL PRECIO QUE SE HA PAGADO POR SALAR VIDAS
Hoy en día muchas personas han escapado de diversas enfermedades mortales que causaron el fallecimiento prematuro de muchos de nuestros antepasados. No obstante, quizás no les deleite saber que muchos de sus amigos del mundo animal-perros, gatos, conejos, monos y demás- fueron sacrificados por el bien de la ciencia médica “a fin  de que hoy en día la gente pudiese vivir una vida más larga y más sana” como suelen expresar los científicos.

Casi todas las enfermedades que se han eliminado o controlado en este siglo –polio, difteria, paperas, sarampión, rubéola, viruela y otras- , se han vencido mediante la experimentación con animales. Los anestésicos y analgésicos, la alimentación y medicación intravenosa, los tratamientos de radiación y quimioterapia para el cáncer, todo ello se experimentó y probó eficazmente con animales. Y estos no son más que unos cuantos ejemplos.

“Prácticamente no existe ningún tratamiento o procedimiento quirúrgico importante en la medicina moderna que se hubiera podido desarrollar sin la experimentación con animales –dijo el doctor Robert J. White, un eminente neurólogo-. Los experimentos con perros y otros animales condujeron al descubrimiento de la insulina y al control de la diabetes, a la cirugía a corazón abierto, al marcapasos para regular los latidos del corazón, y a todo campo de trasplante de órganos. La polio ha sido erradicada casi por completo de Estados Unidos gracias a vacunas preventivas  perfeccionadas en monos. Al experimentar con animales, los investigadores han elevado el índice de curación de los niños afectados de leucemia linfocítica aguda a un 70%”.

El hombre ha recurrido a los animales para buscar las respuestas a las desconcertantes preguntas sobre cómo mejorar y mantener, aunque temporalmente, su vida imperfecta. No obstante, el uso de animales en el campo de investigación médica plantea importantes cuestiones morales y éticas que no son fáciles de resolver.

REACCIONES VIOLENTAS
Se calcula que todos los años se utilizan por lo menos 17 millones de animales como perros, gatos, primates, cobayas y conejos. Aunque algunas fuentes dicen que el total para Estados Unidos se aproxima más a los cien millones. ¿Le resultan sorprendentes estas cifras? ¿Le produce aversión solo pensarlo? ¿Considera inmoral esta matanza? Millones de personas aborrecen el uso de animales en la investigación.
Por otro lado, el punto de vista científico se resume en las siguientes preguntas: ¿Se siente usted agraviado por un sistema que aboga por la matanza de animales a fin de que los médicos puedan aprender nuevas técnicas para practicar operaciones en seres humanos o impedir la propagación de enfermedades mortíferas? ¿Está preparado para renunciar a nuevos fármacos y procedimientos médicos salvavidas porque sabe que primero se experimentaron con animales?

¿Estaría dispuesto o preferiría que para la experimentación quirúrgica, en lugar de a un animal se utilizase a su padre, a su madre o a un hijo suyo al que se le hubiese diagnosticado la muerte cerebral pero que su organismo aún estuviese vivo? Y, por último, queda la siguiente pregunta: si la investigación con un animal pudiera salvarle a usted o a un ser querido de una enfermedad atroz o de la muerte, ¿la rechazaría por opinar que es inmoral sacrificar a un animal para salvar a un ser humano? Hay quienes dirían que este dilema no es tan fácil de resolver.
Los activistas en pro de los derechos de los animales se hacen oír mediante manifestaciones callejeras, presiones políticas, revistas y periódicos, radio y televisión, y, de forma más notable, mediante tácticas agresivas y violentas. Un prominente activista canadiense dijo lo siguiente respecto a este movimiento de liberación: “Se extiende con rapidez por Europa, Australia y Nueva Zelanda. En Estados Unidos cada vez es más poderoso, y en Canadá ha experimentado un crecimiento extraordinario. Hay un grupo de redes diseminadas por todo el mundo y la tendencia mundial es la de apoyar a los movimientos que defienden los derechos de los animales de una forma más agresiva”.

Algunas de estas ‘redes agresivas’ están dispuestas a utilizar la violencia para defender su causa. Durante los últimos años, por lo menos veinticinco laboratorios de investigación en Estados Unidos han sido objeto de actos de vandalismo por parte de grupos que defienden los derechos de los animales. En los laboratorios de algunas universidades han estallado bombas. Estos ataques han causado daños por valor de millones de dólares (E.U.A.). Se han destruido importantes registros, así como datos valiosos. Algunos animales de laboratorio han sido robados y puestos en libertad. En uno de tales actos se destruyó investigación valiosa sobre la ceguera infantil. También se ha destruido equipo costoso valorado en centenares de miles de dólares.

“Los animales tienen derechos fundamentalmente inalienables —dijo el codirector de uno de tales grupos—. Si un animal es capaz de notar dolor o sentir temor, entonces tiene derecho a que no se le trate así.” Otro portavoz dijo: “No existe ningún fundamento racional para decir que un ser humano tiene derechos especiales. Tanto da que sea una rata, un cerdo, un perro o un niño. Todos son mamíferos”.
Muchos de los que están profundamente convencidos de que hay que luchar por la liberación animal se oponen a que se utilicen animales para comer, para vestir, en los deportes y hasta como animales de compañía. Los que se oponen a que se pesque y coma pescado han arrojado al agua a pescadores. Hay quienes han sido víctimas de maltrato verbal en las calles por llevar prendas y complementos de piel. Personas con un punto de vista más radical respecto al uso y abuso de los animales han entrado por la fuerza en algunas tiendas y han destruido costosas prendas de piel. Uno de ellos dijo: “No tomaré huevos para desayunar ni llevaré artículos de cuero”.

“Detrás de casi cada loncha de tocino magro y hasta de cada huevo —advertía un boletín de la Humane Society, de Estados Unidos— se esconde una larga y oculta historia de sufrimiento intolerable.” Acompañado de fotografías de cerdas y gallinas confinadas a pequeñas pocilgas y jaulas, el boletín afirmaba que estas condiciones tan extendidas en la industria del cerdo y las aves de corral convierten un “plato de huevos con tocino en nada menos que ‘el desayuno de la crueldad’”. Es obvio que en la cuestión de la defensa de los derechos de los animales existen sentimientos muy intensos y sinceros.

EL PUNTO DE VISTA BÍBLICO
Después del diluvio global de los días de Noé, Jehová Dios promulgó el siguiente decreto para Noé y su descendencia, de la que nuestra generación forma parte: “Todo animal moviente que está vivo puede servirles de alimento. Como en el caso de la vegetación verde, de veras lo doy todo a ustedes. Solo carne con su alma —su sangre— no deben comer”. (Génesis 9:1, 3, 4.) Las pieles de animales también podían utilizarse para confeccionar prendas de vestir, lo cual no sería una violación del dominio que Dios había concedido al hombre sobre el reino animal. (Génesis 3:21.)La biblia además asegura que Dios aprueba y bendice a los justos ¿y de qué forma podemos ser justos? En proverbios 12:10 señala: “El justo está CUIDANDO DE SU ANIMAL DOMÉSTICO”. Como leemos, Dios desea que cuidemos de los animales.

“Si a los animales se les puede usar como alimento para sostener la vida de la gente —comentó la revista ¡Despertad! del 8 de noviembre de 1980—, parece razonable el que se les use en experimentos médicos para salvar vidas. No obstante, esto no da licencia para llevar a cabo experimentos inútiles que se efectúen repetidas veces sin ninguna restricción y que sometan a los animales a sufrimiento intenso.” Ciertamente, LA CRUELDAD DESPIADADA HACIA LOS ANIMALES ES INJUSTIFICABLE DESDE EL PUNTO DE VISTA BÍBLICO. (Éxodo 23:4, 5, 12; Deuteronomio 25:4; Proverbios 12:10.)

Muchos médicos y científicos admiten que el movimiento radical de los que se oponen a la investigación animal ha tenido algún resultado positivo. “Muchísimos puntos en los que insiste el movimiento que lucha por el bienestar de los animales son extremados pero justos”, admitió un científico. “Seguro que las vidas y los sufrimientos de los animales tienen que valer para algo”, declaró el científico americano Jeremy J. Stone. “Hay conocimiento que quizás se obtiene a un precio demasiado elevado”, aceptó el fisiólogo británico doctor D. H. Smith.
“Concordamos con el deseo de hacer que la investigación sea menos dolorosa, de cuidar bien a los animales con los que experimentamos y de reducir el número de ellos”, dijo el doctor J. B. Wyngaarden, del Instituto Nacional de la Salud, de Estados Unidos. Y un activista en pro de la defensa de los animales admitió: “Utilizar animales sin ningún tipo de consideraciones solía ser casi una muestra de hombría. Hoy día se cree que hay que buscar otras alternativas”.
LA ESPERANZA: NUEVAS ALTERNATIVAS
“Alternativas” es la palabra clave. Los científicos admiten que quizás nunca lleguen al punto de prescindir por completo de los animales en el campo de la investigación, pero no cesan de buscar alternativas dondequiera que sea posible. Por ejemplo, como ahora se dispone de un procedimiento químico, ya no se utilizan conejos para la prueba del embarazo humano ni cobayas para aislar el bacilo de la tuberculosis.

Hay métodos de cultivo que en la actualidad salvan la vida de estos animales que de otra forma morirían. Otros procedimientos de cultivo de tejidos han reemplazado la experimentación llevada a cabo con algunos ratones, y muchos conejos destinados a la dolorosa prueba de Draize pueden librarse gracias a la alternativa de utilizar membrana de huevo de gallina para hacer la prueba. Lo cierto es que los que lamentamos el sufrimiento de los animales esperan que se descubran muchas más alternativas, y pronto.

Nombre: Christian Mostacero Tafur
Grado y sección: 5 "C"
Colegio: "La Libertad"
Profesor asesor: Verónica Cabrera Flores

 

 

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