Perú: balance político 2013

Chimbote en Línea (Por: Juan José Garrido) Sería injusto ponderar el año basados en sólo un escándalo; no obstante, y por diferentes motivos, el caso López Meneses sin duda desmerece –por cuenta propia– el actuar gubernamental en el año que termina. Lamentablemente, el mismo ha abierto una caja de pandora, lo cual nos hace pensar que el 2014 será un año, como dijimos hace pocos días, de mucha turbulencia.

Un balance político debe cubrir los diferentes niveles gubernamentales (central, regional y local), así como a los diferentes actores y organizaciones políticas participantes. Salvo ciertas excepciones, el 2013 ha sido un año para el olvido. Este espacio no nos permitiría cubrirlos todos; por ello, unas reflexiones específicas.

El gobierno central, como ya hemos sostenido, se vio expuesto en una trama de corrupción al más alto nivel político, policial y militar; no obstante, y pasadas varias semanas, no hay explicación concreta, coherente y consistente por parte del gobierno.

En paralelo al escándalo, el gobierno se ha dado el lujo de introducir un gasto de $3,500 millones a Petroperú (sin que aún expliquen cómo se financiará el mismo, ni dentro de mecanismos de gobernabilidad transparentes y definidas), diversas compras en armamento, así como cambios en los más altos mandos policiales y militares sin seguir los protocolos y costumbres.

A ello le han sumado un componente político: nombrar a la señora Nadine Heredia, esposa del mandatario, como líder del Partido Nacionalista (léase, del oficialismo).

Al nivel partidario, un anfiteatro con tres ex presidentes, todos limitados por razones políticas aún cuando existen razones valederas que señalar. A. Fujimori tratando de lograr algún tipo de gracia (mellando la independencia política de su bancada); Alejandro Toledo explicándonos la curvatura del cuadrado caso de Ecoteva; y A. García a puertas de una inhabilitación por el caso de los narcoindultos. Menudo panorama para la oposición, y la democracia en sí misma si el gobierno decide usar este escenario políticamente de cara al 2016.

¿Está la democracia en riesgo? Difícil concluir que, inevitablemente, sí; imposible decir, a conciencia, que no. ¡Feliz Año Nuevo! (Director de Peru21) 

 

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