Chimbotenlinea.com (Por Cintia Cabrera).- Por no perder la propiedad que le corresponde, una madre de familia arriesgó la vida de su hijo de 5 meses que lleva en el vientre y de su primogénito de 7 años, colocándose junto a un balón de gas sobre dos maderas en la parte superior del lote que habita, para evitar ser desalojada.
(Fotos Cintia Cabrera)
Luego de solicitar el diálogo con la propietaria del lote 5, Lizbeth Otiniano Huamani (29) quien se negó a la conversación en vista de que no se encontraba presente su abogado ni tenía consigo los documentos de su propiedad, el juez dio la orden de descerraje.
De pronto, algunos maleantes que se encontraban en la zona, tiraron piedras y la Policía lanzó bombas lacrimógenas en la parte exterior como interior del inmueble desatando la desesperación entre los habitantes y vecinos.
En medio del pánico,la madre gestante bajó a su niño de 7 años sobre un montículo de ripio y luego tiró el balón de gas mientras que ella era sujetada del brazo por su cuñado para descender pero al no poder respirar, ésta se desprendió y cayó de rodillas sobre el montículo. Su cuñado resultó con la mano lesionada.
En la escena del caos, Lizbeth fue en busca de su hijo quien se asfixió por el gas lacrimógeno. A los pocos minutos, la mujer se desvaneció a un costado de la pista y tardó algunos minutos en recuperarse.
Los vecinos se atrincheraron en la vivienda impidiendo a toda costa el ingreso de los efectivos del orden incluso una moradora resultó sobre el suelo tras ser jaloneada por un policía.
En vista que la salud de varias personas se encontraba en riesgo, el juez decidió suspender la orden por un periodo de 30 días, dando plazo para que Otiniano Huamaní presente a su despacho la medida cautelar que ha solicitado al juzgado.
Según relató la agraviada, el terreno de dimensión 18 x 25 metros fue cedido por la Municipalidad Provincial del Santa en el 2006 a 3 familias luego de que fueran desalojadas del asentamiento humano El Carmen.
Luego de tomar posesión, el empresario Gilberto Javier Huertas insistió en comprar el terreno para ampliar su negocio. Tras varios intentos fallidos, el año pasado inicia 
un juicio al inquilino de la familia Otiniano Huamani a quien en diciembre de ese mismo año le gana el proceso con una sanción de pena privativa de la libertad por un año y exigiendo una reparación civil de S/. 1000, 00; sin ser propietario.
A través de diversos mecanismos logra obtener constancia de posesión otorgados por la comuna sureña y gobernación distrital con lo cual continuó el proceso judicial llegando a desalojar a la verdadera propietaria.
Al culminar la diligencia, los vecinos le propinaron una golpiza a la abogada del empresario Javier Huertas.