Epístola a los chimboteros en época electoral (Por: Jefferson Valdez- I.E. San Pedro)

Chimbote en Línea (Por: Jefferson Valdez Centeno - Colegio San Pedro) Considerados ciudadanos de Chimbote: 
Aún siendo menor de edad, una característica que me hace común y partícipe entre ustedes,  es ser un chimbotano nacido y radicado en esta tierra, en este amado puerto histórico. También, al igual que ustedes estoy mortificado; y lamento, lamento profundamente los terribles tiempos que se viene viviendo en Chimbote.

Si contemplamos la pésima situación de  nuestro puerto, al instante le daríamos la espalda: aguas oscuras enfangan la costa, basurales malolientes sembrados en cada calle, un cielo  de grises nubes mezcladas con pestilentes humos  que crecen y corren entre los vientos, terminando alojados en los pulmones de enfermos postrados.

Como sociedad vemos una embadurnada corrupción que se  ha vivido por todas partes. La educación del ciudadano no es ejemplar. Es triste observar que el núcleo de la sociedad viene autodestruyéndose con padres atados al trabajo o a la desidia; madres poco educadas, voceras del chisme provocando desaliento y desinterés en sus hijos, quienes más inclinados a los vicios, vienen ensuciando sus sentidos, olvidándose de la bondad; y en su rebeldía refugiándose en la delincuencia. Prueba de ello son los sicarios que riegan sangre en cada barrio siendo la amenaza constante, junto  a los robos que están a la orden del día.

Ni qué hablar del poder, de la economía mal habida y un deporte en retirada.

Muchos le tuvieron fe a aquel personaje amarillo que con garra fue el mandamás del puerto, nadie de sus seguidores dudaba de su honestidad, hasta que de a poco se fue evidenciando su verdadera identidad que llenaba de terror al pueblo.

Los funcionarios de alto rango aumentaron sus alcancías y arrastraron a sus subordinados (muchos chimbotanos sin valores) al fango corrupto. A pesar que el dinero fue multiplicado en los presupuestos, hemos visto un gran derroche en cada una de  las obras de la ciudad, lo que condujo que se agotaran y muchas quedaran paralizadas como el coliseo que nunca se llegó a terminar; otra es la burla de la avenida Aviación y otras obras malhechas. Peor, en el deporte del fútbol decaímos. La ‘franja’, el José Gálvez declinó sin pena ni gloria a segunda división y sus dirigentes no mostraron amor al club. Un Sipión que huyó dejando en naufragio al club que hoy está sumergido en la tabla.

Estoy decepcionado como ustedes por toda esta amalgama de desdichas que llevaron a Chimbote y a nuestra región al caos extremo, etiquetándonos como un pueblo peligroso, sucio, deshonesto y corrupto. Qué triste es enterarse que  a nuestra ciudad, otros pueblos del Perú nos lancen dardos despectivos por el mal prestigio que poseemos, y lo peor  es que cada  vez se va perdiendo identidad de ser chimbotanos.

Cada cuatro años  la democracia se evidencia mediante los procesos electorales, para elegir al alcalde que “pretende” el bienestar del puerto, pero la mayoría vota resignado con la típica frase: “votemos por aquel que robé menos, con tal que haga obras”. Esta frase da vergüenza, pero ¿qué podemos hacer? Son cerca de veinte candidatos que pretenden sentarse en el trono e intentar revertir la historia negra, lo que según denominan “los ocho años perdidos”.

Recordemos que todo hombre es imperfecto, tiene buenas intenciones, pero cuando ve los billetes, sale su lado vil.

Esperemos que eso no pase con el siguiente, porque en mi opinión daría vergüenza otra vez que se siga manchando la imagen de los buenos chimbotanos y ancashinos hundiendo más a esta bella región, sinceramente daría repugnancia.

Pero, un consejo que doy a los votantes, no tan solo es saber la hoja de vida de los candidatos, sino también orar al Todopoderoso: “Se debe orar por los que gobiernan y por todas las autoridades, para que podamos gozar de una vida tranquila y pacífica, con toda piedad y dignidad”. (1ra de Timoteo 2:2). Jesús cuando vino al mundo señaló que vino a servir y a los demás y no a ser servido; el primero que quiera ser debe ser el último servidor de todos.

Oremos y doblemos las rodillas un antes, durante y después de las elecciones para que Dios determine quién debe ser la autoridad máxima, y en estos días tenerlo como una de las peticiones diarias para que la mano de Dios obre en los próximos gobernantes: “si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra” (2da de Crónicas 7:14)

Sé muy bien que a ustedes, amables lectores les gustaría ver un Chimbote acogedor, donde las aguas de nuestra bahía dancen de limpia felicidad, las nubes se deslicen purificando el claro aire, donde se pueda recorrer pacíficamente en las aceras de cada asentamiento humano; ver a Chimbote como la mejor ciudad, con familias ejemplares, jóvenes dedicados al trabajo, al arte y deporte; una juventud que recorra conforme al sendero de Dios.

Todos deseamos que la economía sea bien financiada y administrada que  procure atender el bienestar de la gente. Queremos volver a ser aquel pueblo apacible, progresista y honesto que nos caracterizaba orgullosamente en todo el Perú y el mundo. Anhelamos ver al José Gálvez en primera, obteniendo triunfos con los grandes equipos.

Somos una gran región donde la minería es un gran recurso al igual que la pesca, símbolos de nuestro progreso; somos un pueblo con una exquisita y variada gastronomía marina; contamos con honestos ciudadanos y personajes  que vienen surgiendo para darle sabiduría a Chimbote; aún poseemos familias que como hijos del Altísimo caminan en sendas de luz. Confiemos en nosotros y en aquellos buenos hombres preparados para administrarnos que llevan el temor de Dios en su corazón y la preparación inteligente para asumir gobernarnos. 

Quiero dejar claro que esto no dependerá únicamente  del próximo alcalde, sino de compromiso y la acción de cada chimbotano, de  una tarea colectiva en el que todos estemos involucrados a velar por el bienestar de la ciudad, por supuesto, encomendándonos a las manos del Señor Jesucristo, que él sea nuestro Rey.

Asimismo les hago recordar que nuestra oración y esfuerzos no sólo deben ser hoy, sino a diario. Urge apoyarnos mutuamente  para que ninguno se desenfoque o desvíe de los caminos de Dios. Así recuperaremos nuestra identidad. Valoremos e incondicionalmente sintámonos orgullosos de haber nacido en Chimbote, despertar y  ver cada día el radiante sol en la Bahía.

Bendiciones a todos los que leyeron hasta el final, pongan en práctica todo lo leído comencemos a caminar hacia el bien. Olvidemos el pasado y sigamos para adelante señor futuro alcalde, ciudadano votante y chimbotano orgulloso.

Atentamente
NOSREFFEJ

Autor: https://www.facebook.com/Nosreffej.JV8

Alumno: Jefferson Valdez Centeno
Docente asesor: Ghersi Villón Cadillo
Grado / Sección: 5to B
Colegio: I.E.P.E. San Pedro

 

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