Fiscalización de movilidades escolares compete a directores de colegios y a padres

Chimbote en Línea (Nacionales).- Los directores de colegios y los padres de familia, así como los municipios distritales tienen competencia y deben sumarse a las labores de fiscalización del servicio de las movilidades escolares, sostuvo hoy la titular de la Gerencia de Transporte Urbano (GTU) de la comuna metropolitana, María Jara.

(Foto referencial-Internet)

Tras señalar que el municipio de Lima realiza permanentes operativos de control, la funcionaria edilicia consideró que es fundamental que la comunidad educativa participe verificando que la movilidad escolar que traslada a sus hijos y alumnos reúna las condiciones idóneas para ofrecer este servicio.
Respecto al cumplimiento de las especificaciones técnicas que deben tener las unidades, Jara refirió que los asientos deben estar fijos a la estructura del vehículo y no ser reclinables, porque al transportar a niños se pone en riesgo su integridad física en caso de una colisión.

Asimismo, cada asiento de la movilidad escolar debe contar con su respectivo cinturón de seguridad, y no como ocurre en ciertos casos en los cuales solo se coloca este dispositivo en los asientos delanteros (chofer y copiloto).

Los asientos deben tener también asideros o asas para que los niños puedan sujetarse cuando suben, durante el traslado y para acercarse a la puerta cuando van a bajar del vehículo, agregó en diálogo con la Agencia Andina.

Del mismo modo, señaló que los vehículos deben contar con pisos hechos con material antideslizante para que los niños no se resbalen y caigan al subir, durante el viaje y al descender de la movilidad.

Los asientos deben tener una distancia mínima de 65 centímetros entre sí, así como contar con botiquín de primeros auxilios, extintores y llevar inscrita en la parte exterior una leyenda notoriamente visible con la palabra “Escolar”, puntualizó.

Otros requisitos

La titular de la GTU de la comuna metropolitana recordó que para prestar el servicio de movilidad escolar se requiere que los propietarios de los vehículos cuenten con una autorización, un certificado de operación vehicular y una autorización del conductor de la unidad autorizada.

“Los vehículos tienen que contar con Seguro Obligatorio contra Accidentes de Tránsito (SOAT) o Afocat para servicio de transporte público y contar con certificado vigente de haber pasado la inspección técnica vehicular”, anotó.

Jara enfatizó que los padres de familia y los directores deben actuar con responsabilidad y ser “socios de la autoridad” en la fiscalización de las buenas condiciones en que se presta este servicio, dado que está de por medio la seguridad de sus hijos y alumnos.

La funcionaria edilicia recordó que si desea verificar si la movilidad escolar y su conductor están debidamente autorizados para prestar servicio, la población puede comunicarse al teléfono 417-5300 (Aló GTU) o ingresar al portal web www.gtu.munlima.gob.pe.

“En el aplicativo web diseñado se puede consultar si el vehículo está autorizado, ingresando los datos de la placa de rodaje o el nombre completo del conductor de la movilidad escolar”, precisó.

Sanciones

Jara advirtió que los conductores de las movilidades escolares que operen informalmente, sin la debida autorización municipal, serán multados con S/. 3,700 (equivalente a una UIT) y se internará el vehículo en el depósito municipal.

Respecto a la fiscalización institucional, Jara consideró importante fortalecer la labor conjunta del municipio con la Policía Nacional, a fin de evitar situaciones de riesgo como exceder los límites de velocidad, teniendo en cuenta que se transportan niños.

Detalló que por parte del municipio, la fiscalización de las movilidades escolares está a cargo de un grupo especial de inspectores de tránsito de la GTU que realiza intervenciones en diversos puntos de la capital junto con inspectores de las comunas distritales, quienes son capacitados y registrados en el municipio metropolitano.
“Si bien las fiscalizaciones se realizan a lo largo del año, se pone especial énfasis en los meses de marzo y abril, cuando empieza la temporada escolar. Las intervenciones se ejecutan luego que el vehículo haya dejado a todos sus pasajeros escolares en sus respectivos colegios”, anotó. (Fuente Andina)