A propósito de los periodistas: “Zapatero a tus zapatos”

Chimbote en Línea (Por: Jireh Fernández Zavaleta*) ¿Puede acaso un zángano producir miel o siquiera compararse con una abeja? ¿Ilógico cierto? Hasta en el reino animal cada ser vivo por instinto sabe el rol que debe desempeñar para mantener la naturaleza en equilibrio. Sin embargo, ¿podemos decir lo mismo de los seres humanos? Es una vergüenza, pero vivimos en una sociedad donde el enfermero quiere hacer de médico, el arquitecto de ingeniero civil y hasta un jugador de fútbol de director técnico. El periodismo no es la excepción, ya que con mayor descaro es ejercido por aficionados.

Oí una vez que el buen periodismo está en la cuerda floja, pero ¿por qué? simple y llanamente por la falta de profesionalidad, ética y de conocimientos de la comunicación en el ejercicio periodístico, cometidos en su mayoría por “periodistas” empíricos, que ni siquiera son colegiados; y que, sin embargo, trabajan en los diferentes medios de comunicación en nuestro país.

Sumado a esto, también está el hecho que muchas personas siguen creyendo que el periodismo es un oficio y que no se necesita estudiar en alguna universidad o colegio para hacer ejercicio de ello, que solo basta la pericia y la vocación. Están equivocados.
Desde 1965, el periodismo está reconocido como una profesión por el Estado Peruano mediante la Ley N° 15630, donde además se establece como requisito indispensable tener el título profesional otorgado por la universidad para ser llamado periodista. Pero claramente llevada a nuestra realidad es letra muerta.

Hablar de los pseudoperiodistas, es otro dolor de cabeza, pues estos no hacen otra cosa que producir y difundir información no contrastada, verificada, ni validada, sobretodo venden su honor y dignidad al mejor postor, solo con mencionar el caso ‘La Centralita’, que fue de conocimiento internacional, para decirlo todo.

Esto supone un gran reto para la nueva generación de periodistas, pues no solo tienen que limpiar todo este historial negro con la práctica de un buen periodismo, sino también erradicar todo prejuicio social que mete a todos en un mismo saco.
Por otro lado y para colmo también están aquellos profesionales de otras ramas, por decir abogados, médicos, ingenieros, etc., que se las dan de periodistas. Está bien que tengan un espacio en los medios de comunicación o que escriban artículos relacionados a su carrera, pero eso no los hace periodistas.

Conocí a un abogado una vez por temas de investigación en la universidad, quien me comentó que era comunicador social solo por el hecho de tener un programa radial en una radio local en Chimbote y me pidió que lo llamase ‘colega’. Por eso, me pregunto ¿será el único?, no creo, como él seguro hay muchos.

Después de todo, ¿qué se está haciendo para cambiar esto?, ¿el Colegio de Periodistas del Perú está pintado? o ¿acaso son los mismos periodistas que se quedan de brazos cruzados? Se habla de avances en el trabajo, pero no se perciben resultados.

Sin embargo no olvidemos que nosotros, futuros comunicadores, y sobre todo aquellos que poseemos las condiciones para ejercer con capacidad el periodismo, también tenemos el compromiso de cambiar esta realidad. Desde ya, forjemos un carácter sólido en defensa de nuestra profesión. No dejemos que la indiferencia siga ganando terreno en nuestras mentes, generemos oportunidades, sacudámonos de esa desidia que nos hace cómplices en lugar de héroes.

Pisemos tierra y trabajemos para lo que fuimos llamados… A ti también te digo: “Zapatero a tus zapatos”. 

* Alumno de Comunicación Social en la Universidad Nacional del Santa - Curso: Periodismo de Opinión e Interpretación
 
 

 

Comentarios

Comentar