Chimbote en Línea (Iglesia en Chimbote).-La Gran Marcha por la Defensa de la Vida, que cada año se celebra en casi todos los países de Latinoamérica, en el marco del Día Internacional del Niño por Nacer, se realizará en Chimbote este sábado 23 de marzo y recorrerá las principales calles de nuestra ciudad.

El punto de partida será la Parroquia San Pedro, a las 4:30 p.m., donde todos los interesados en asistir deberán congregarse. Previamente, a las 4:00 p.m. se realizará la misa por los niños no nacidos, que será oficiada por nuestro Obispo, monseñor Ángel Francisco Simón Piorno; sacerdotes de las parroquias que conforman la Diócesis de Chimbote lo acompañarán y también laicos comprometidos y toda la comunidad local.

Defender el Derecho a la Vida es un compromiso cristiano que la Iglesia Católica peruana viene defendiendo con mucha perseverancia, en el afán de comprometer a más ciudadanos a unirse a esta tarea cuya prioridad es la defensa del niño por nacer.

Esta fecha especial se conmemora en varios países de América Latina los 25 de marzo y también en el Perú. En nuestro país el Día del Niño por Nacer fue creado mediante ley 27654, aprobada en el año 2002, para conmemorar la defensa de la vida desde la concepción, hasta su muerte natural.

Por ello, como todos los años, la Comisión Episcopal de Familia y Vida de la Conferencia Episcopal Peruana, ha emitido un mensaje por esta fecha, con el lema: “La Vida humana es sagrada”.

En el mensaje, se señala que “la Iglesia aboga para que se defienda la vida de los hijos como sagrada e inviolable desde el momento de su concepción; para que la natalidad sea dignificada, valorada y apoyada jurídica, social y legislativamente”.

“Sin embargo, señala el mensaje, actualmente vemos graves ataques a la vida humana, y especialmente hacia el concebido, quedando reducido a simple producto de la concepción, que puede ser desechado, diseñado o programado según las circunstancias y querer de las personas”.

Este comunicado indica también que es imperioso, en nuestros tiempos, hacer una clara y valiente defensa de la vida desde la fecundación hasta la muerte natural. “No podemos callar frente a los cada vez más frecuentes ataques a la vida y al matrimonio abierto a la vida, ya que la vida humana es sagrada”. (Fuente: Obispado de Chimbote)