Chimbote en Línea.- El Diario 16 sifunde hoy una intersante encuesta realizada por Ipsos Perú, en la que se revela que sólo un 22% de los electores tiene en cuenta, a la hora de elegir el candidato por quien votar, que éste ho haya estado involucrado en casos de corrupción.

Al respecto destacados analistas señalan que este estudio revela la "crisis moral" que se vive en el país. Estando próximos a los comicios electorales regionales y municipales es preocupante que no hayamos aprendido nada respecto a la necesidad de elegir a personas, no sólo con capacidad de gestión, sino a personas con principios éticos y moral intachable, para garantizar un gobierno honesto.

Por Carlos Hinostroza

Hace unos días la encuestadora Datum comprobó en un sondeo de opinión pública que la indignante frase: “Roba pero hace obra”, tenía una considerable aceptación entre el electorado peruano.

Ante la pregunta: si se comprueba que el candidato de su preferencia “roba pero hace obra”, ¿igual votaría por él?, la respuesta fue desalentadora, un 56% dijo que no votaría por esa persona, mientras que un preocupante 41% dijo que sí lo haría.

Si pensaron que esta situación no podría empeorar, se equivocaron. Ayer otra encuestadora, Ipsos Perú, ratificó lo mal que estamos como ciudadanos. Ante la pregunta: ¿En que se fija al momento de decidir votar por un candidato?, un 58% de personas señaló que en su experiencia y capacidad de gestión, mientras que sólo un 22% presta más atención a que no haya estado involucrado en casos de corrupción.

Le sigue un 47% de personas que se fija en el plan de gobierno del candidato, un 35% en su equipo de trabajo, un 26% en sus cualidades personales, un 5% en el partido político al que pertenece y finalmente, un 5% que resalta la posición en las encuestas del aspirante.

CRISIS MORAL

Ante estas lamentables respuestas, quisimos preguntar a algunos analistas cómo es que llegamos a esta situación. Para el psicoanalista Jorge Bruce, esto se debe a que el electorado atraviesa una “crisis moral”.

“La verdad es que el electorado peruano atraviesa una crisis moral. Hace un buen tiempo que se ha resignado a aceptar el hecho que las personas que participan en política no tienen ética. Es más, si el candidato es o no es corrupto ya no es relevante en las personas. A ese punto hemos llegado”, señaló.

Además, advirtió que la población no vota por los candidatos ‘honestos’ porque creen que no podrán eliminar la corrupción.

“La población ha llegado al punto de pensar que los candidatos ‘honestos’ son débiles y condescendientes, y que no podrán mantenerse en un terreno ponzoñoso y  tétrico como lo es la política. Ellos creen que estos candidatos no podrán vencer la corrupción en sus instituciones. Es por eso que votan por las ‘otras’ personas, las que roban pero hacen obras”, indicó.

La solución para Jorge Bruce es insistir en un sistema de vigilancia social que permite identificar a los candidatos que postulan a una elección, y que tienen serios cuestionamientos. “Ante tanta ignorancia, más información”, concluyó.

EL APROFUJIMORISMO

Para el analista político Carlos Tapia esta situación es alarmante y debería llamar la atención a toda la sociedad. Dijo además que responde principalmente a que las personas ya no creen en los políticos tradicionales.

“Hemos llegado a una lamentable situación, en donde la ética y la honradez de los candidatos ya no valen nada. La gente se conforma con los ‘que roban pero hacen obras’. Por culpa de ellos es que la política se ha ridiculizado. Esto es resultado de una sociedad enfermiza”, remarcó.

Sobre el punto de origen de esta situación, Carlos Tapia aseguró que esta corriente de pesimismo y conformismo en las personas se formó después del primer Gobierno de Alan García y se consolidó con la dictadura del condenado expresidente Alberto Fujimori.

NO ES UN FENÓMENO NUEVO

En tanto, para el periodista José Alejandro Godoy este fenómeno no es nuevo, ya que se ha reportado a lo largo de la historia que los peruanos hemos tenido alta tolerancia con la corrupción.

“Este no es un fenómeno nuevo en la política. A lo largo de nuestra historia se ha visto que hemos tolerado la corrupción en nuestro sistema. Lo que pasa ahora es que esta situación ha empeorado y debería alertarnos como sociedad”, indicó.

Sobre la aceptación en la población de la frase “Roba pero hace obras”, Godoy señaló que esto es en respuesta a que las personas se han acostumbrado a ver en los periódicos o televisión, diversos casos en donde se vincula a los políticos con actos de corrupción.

“La gente ya tiene grabado en su pensamiento la idea de que un político siempre estará metido en un acto de corrupción, por ende, la honestidad pasa a un segundo plano. Es por eso que la frase ‘roba pero hace obras’ ha tenido respaldo en la población. Ellos dicen: mientras me construyas mis escaleras o pistas, puedes seguir haciendo tus fechorías”, concluyó. (Diario 16)