Chimbote en Línea (Cuestión de fe - Lima) “No permitas que el mundo juegue a destruir la familia. Que vivan los papás, los hijos, los nietos y los abuelos, porque la familia es una maravilla”, pronunció el Cardenal Juan Luis Cipriani en la multitudinaria y solemne Misa que presidió hoy en la Solemnidad del Señor de los Milagros, en los exteriores del Santuario de las Nazarenas.
“Hagamos visible que nos amamos. Que los papás enseñen a sus hijos desde muy pequeños. Y los papás deben enseñar con la palabra y con el ejemplo y llevarlos al bautismo para que Jesús hable en los corazones. El Señor me dice que debemos proteger la familia”, refirió en la homilía.
“La familia debe ser un lugar alegre, porque el amor de Dios nos lleva a sembrar la alegría y vivir con rostro alegre. Hablemos con gozo de saber perdonar y comprender”, continuó el Arzobispo de Lima.
El Señor de los Milagros nos consuela
El Cardenal Cipriani pidió al Señor de los Milagros que consuele y acompañe a los fieles que todos los años lo acompañan en los tradicionales recorridos procesionales.
“La Iglesia católica es la casa donde habita el Señor de los Milagros. Cuando pasas cerca de nosotros Señor consuélanos y fortalécenos, no permitas que las dificultades nos quiten la alegría. Que siempre el pueblo católico sea alegre, valore la familia y sepa perdonar”, mencionó.
“El Señor de los Milagros tiene una casa muy bonita que es el corazón, la parroquia y la comunidad de cada uno. Por eso Señor, libera a la Iglesia de tanta preocupación material, muestra el tesoro de tu Hijo. Libera a tu Iglesia de ese peso de las cosas materiales, de la discusión política; que la Iglesia se dedique a mostrar el rostro de Cristo, a enseñar los diez mandamientos y los sacramentos”.
Concelebraron con el Cardenal Cipriani el Nuncio Apostólico en el Perú, Monseñor James Green; el Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Friburgo (Alemania), Monseñor Rainer Klug; los Obispos Auxiliares de Lima, Monseñor Adriano Tomasi O.F.M. y Monseñor Raúl Chau; así como sacerdotes de la arquidiócesis.
La alegría de la fe nos motiva
En otro momento, reconoció que la alegría de la fe nos motiva a salir al encuentro de quienes pasan momentos difíciles para acompañarlos y acogerlos.
“La alegría de la fe nos lleva a buscar y a salir a visitar a los enfermos, a acompañar a los que están solos, a compadecerse a quienes padecen algún dolor. El Señor nos reúne en la fe y nos mira con alegría. Por eso le pido al Señor de los Milagros por cada uno de ustedes para que su corazón siempre esté alegre”, mencionó.
“Que el Señor de los Milagros nos enseñe a vivir la alegría de la fe que debemos iniciar con los niños desde la casa. Tengamos el gusto por la alegría de la fe”, añadió.
Finalmente, agradeció a los medios de comunicación que trasmitieron la solemne Misa y la procesión. “Qué bonito es cuando los medios muestran a un Dios que ilumina los hogares y los corazones”.
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