“Quién no vive para servir, no sirve para vivir”

Chimbote en Línea.- (Por: P. Giovanni Sabogal Osorio*) Jesús nos invita a servir, servir sin medida, servir de corazón como lo hicieron nuestros primeros beatos mártires del Perú que sirvieron de corazón, hasta entregar sus vidas, en las comunidades del distrito de Santa y de Pariacoto, de nuestra Diócesis de Chimbote.

El ser humano está llamado a servir como lo hizo Jesús en su vida pública. “El verdadero poder de la Iglesia es el servicio” (Papa Francisco) y todo bautizado está llamado a servir a Dios y a nuestro prójimo. Seamos servidores de nuestro hermano, de nuestra amigo, del vecino, de nuestro prójimo, como Jesús lo plasmó en su caminar, en su vida diaria.

La vida cristiana se fundamenta en Cristo, nuestro amado Señor, servidor de servidores. Todo cristiano está llamado a seguir e imitar al maestro; y la vida del Salvador humilde fue de servicio y de amor. “Quién no vive para servir, no sirve para vivir” (Papa Francisco).

El servicio de Jesús fue total hasta morir en una cruz, de igual manera nuestros mártires que sirvieron hasta el final a pesar de las amenazas, de su muerte.

No tenemos un Dios de muertos, sino de vivos y Cristo vive y reina en la creación. Nuestros hermanos mártires viven y seguirán viviendo en nuestros corazones y en nuestro pensamiento, por su entrega generosa, su servicio de amor para con la grey que Dios les ha confiado.

El servicio se vive, se palpa y se demuestra en la vida diaria; y todos los que conocimos al Padre Miguel, Padre Zbigniew y al Padre Sandro reconocemos que sus vidas fue un servicio de amor a Dios yal prójimo.

La beatificación es una gracia, un don, un reconocimiento de amor por ser fieles discípulos, servidores del Señor, a él la gloria y el honor… Gracias Dios por regalarnos la alegría de tener en nuestros altares a nuestros hermanos mártires.

Que el Dios de la vida les bendiga siempre y les acompañe.

* Director de Mar Adentro

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