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Mensaje por el Día del Maestro de la Comisión Episcopal de Educación

Chimbote en Línea (Cuestión de fe) Felicitaciones porque, enseñando, educas, y porque educas con lo que dices al igual que con lo que haces, tanto en el aula escolar como fuera de ella, demostrando así que sabes ser maestra/o y que ejerces como tal.

Enhorabuena porque entiendes, teórica y prácticamente, que sólo el ejemplo educa, y, en consecuencia, te entregas por entero a la búsqueda de la verdad y del bien que propones diariamente a tus alumnos.

Enhorabuena también porque reconoces en cada estudiante a una persona humana cuyo valor y destino están por encima y más allá de todas las cosas, incluso de la muerte, empeñándote en que aprendan a cultivar su cuerpo, su inteligencia, su sensibilidad y su espíritu, preparándoles así para su progreso en la historia y para su plenitud en la eternidad.

Felicitaciones por todo eso y por mucho más que es imposible decir. De modo que, ¡no lo dudes!, al tiempo de la cosecha definitiva, tu recompensa superará con creces todas las que ahora, de paso, se te pudieran otorgar o negar, pues “los sabios brillarán con esplendor de cielo, y quienes enseñan la justicia a las multitudes serán como estrellas por toda la eternidad” (Daniel 12, 3).

Dios te bendiga en este día y en todos los que Él te conceda.

P.D.: Ten a bien aceptar, como pequeña ofrenda, los versos de una antigua canción popular:

La ciencia más acabada
es que el hombre en gracia acabe,
pues al fin de la jornada,
aquél que se salva, sabe,
y el que no, no sabe nada.
En esta vida emprestada,
donde obrar bien es la llave,
aquél que se salva, sabe;
el otro no sabe nada.

+ Mons. José Javier Travieso Martín, CMF.
Presidente. Obispo Auxiliar de Trujillo

+ Mons. Fortunato Pablo Urcey, OAR.
Obispo de Chota. Secretario general de la Conferencia Episcopal Peruana