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César Álvarez pagaba a periodistas para que no lo vincularan al caso Nolasco

Chimbote en Línea (Caso Nolasco).- Hoy el diario La República publicó un informe en el que se consignan nuevas pruebas que conducirían a desenmarañar los hechos en torno al asesinato del exconsejero regional Ezequiel Nolasco;  y el por qué el presidente regional de Áncash mantenía aletargados a tres presentadores de televisión locales, pagándoles fuertes sumas de dinero, con la finalidad de que destacaran la gestión del mandatario regional, y que no lo relacionaran con el caso Nolasco.

Un colaborador eficaz y cuatro testigos protegidos del Ministerio Público coincidieron en manifestar que tres conocidos profesionales del periodismo que tenían programas de televisión en Chimbote recibían una mensualidad para destacar las obras del presidente regional de Áncash y “limpiarlo” de las acusaciones de corrupción.

A los propios chimbotanos sorprendió que tres conocidos periodistas locales, Nelson Vásquez Baca, Johnny Espinoza Linares y Rosa Olivares de la Cruz, aparecieran en la lista de acusados en el caso del crimen del ex consejero regional de Áncash, Ezequiel Nolasco Campos. “Eran los intocables de Chimbote. Parecía que nunca les iba a suceder nada. ¿Por qué? Porque eran parte del entorno más íntimo del presidente regional, César Álvarez Aguilar, y del alcalde chimbotano Luis Arroyo Rojas”, explicó un veterano periodista local que pidió no ser identificado. “Pero no sabíamos que estaban tan implicados y que tuvieran relación con el crimen”, añadió el periodista.

La fiscalía especializada en Crimen Organizado solicitó la prisión de Nelson Vásquez, Johnny Espinoza y Rosa Olivares por el presunto delito de asociación ilícita, por la pertenencia de estos al grupo de personas que encabezaba César Álvarez. Sin embargo, el juez Marco Aurelio Tejada solo aceptó disponer la captura de Vásquez y Espinoza, mientras que accedió al procesamiento de Olivares en libertad.

De acuerdo con fuentes judiciales del caso, a los tres imputados se les atribuye haber recibido fondos públicos de manos del presidente regional César Álvarez y del alcalde chimbotano Luis Arroyo para que aprovecharan de sus actividades profesionales y desvincularlos del caso del homicidio de Ezequiel Nolasco, informasen positivamente de sus actividades oficiales y desacreditaran a los opositores y a los periodistas críticos e independientes.

Un colaborador eficaz y cuatro testigos acreditados por el Ministerio Público fueron los que incriminaron a los tres periodistas de Chimbote de haber utilizado sus espacios periodísticos para desvincular a César Álvarez del asesinato de Nolasco. Álvarez, según los acusadores, los compensaba con publicidad estatal y otros tipos de pago.

LAS ACUSACIONES
“Luis Arroyo Rojas, con la finalidad de recibir el apoyo y tener el control de los medios de comunicación radiales y televisivos, pagaba a Nelson Vásquez, Juan Espinoza y Rosa Olivares con una suma mensual que entregaba Roy Castillo Cruz, hombre de confianza y miembro de seguridad del alcalde de Chimbote”, dijo uno de los testigos.

De acuerdo con la manifestación del colaborador eficaz, de los tres periodistas Rosa Olivares era la que obtenía un mejor pago debido a su estrecha cercanía con César Alvarez. A ella se le abonaba 3 mil soles mensuales, a diferencia de Nelson Vásquez.

“Roy Castillo entregó a Rosa Olivares 3 mil soles en su casa de Nuevo Chimbote, era bien allegada a César Álvarez y su defensora acérrima, luego formó empresas constructoras y se le otorgaron varias obras. Cuenta con propiedades y vehículos que ha puesto a nombre de su hija. Su crecimiento económico fue vertiginoso y de un momento a otro, por el solo hecho de estar apoyando y defendiendo por los medios periodísticos al presidente regional César Álvarez. Ella podría ser testaferro”, explicó el colaborador eficaz.

Los cuatro testigos coincidieron en afirmar que los periodistas apoyaban a la organización criminal liderada por César Álvarez y que mensualmente se dirigían al centro de espionaje conocido como “La Centralita” para cobrar por el apoyo ofrecido a Álvarez.

“Cada mes se dirigían a la oficina denominada La Centralita, ubicada en la urbanización La Caleta, en Chimbote, con el fin de cobrar por sus servicios a Álvarez, dinero que salía de los ‘diezmos’ (sobornos) que se obtenían de las licitaciones de obras públicas del gobierno regional”, indicó uno de los testigos.

El 7 de mayo de este año, pocos días antes de la detención de Nelson Vásquez y Johnny Espinoza, y del enjuiciamiento de Rosa Olivares, los tres periodistas coincidieron en la audiencia convocada por el juez Richard Concepción Carhuancho para resolver si disponía ampliar la investigación a los acusados de pertenecer al centro de espionaje conocido como “La Centralita”, cuyo montaje y financiamiento es atribuido a César Álvarez.

Como informó La República en dicha ocasión, el magistrado Richard Concepción ordenó proseguir con la indagación judicial contra los periodistas Vásquez, Espinoza y Olivares, a quienes la fiscalía y la procuraduría anticorrupción del Santa señalan como “operadores” de “La Centralita”.

Pero el juez Marco Aurelio Tejada les abrió juicio por otro grave caso: la pertenencia a la organización criminal de César Álvarez y Luis Arroyo. Los tres periodistas laboraban con programas propios en el Canal NCN 25. La Fiscalía especializada en Crimen Organizado ha recogido la versión de testigos que el equipamiento del medio televisivo lo financió César Álvarez. Lo cierto es que hasta hace poco Nelson Vásquez, desde su programa “El poder de la información”, y Johnny Espinoza, desde “La voz del pueblo” y “El caballito justiciero”, publicitaban las actividades de César Álvarez y su brazo derecho Luis Arroyo, y fustigaban a los opositores.
En uno de sus programas, Nelson Vásquez dijo: “Nosotros sí defendemos al Gobierno Regional de Áncash y lo vamos a seguir defendiendo”.

NO ES EL ÚNICO CASO
Cuando se reveló el caso del centro de espionaje político llamado “La Centralita”, ubicado en una residencia donde también vivía el asesor personal de César Álvarez, Jorge Burgos Guanilo, el periodista Vásquez argumentó que no era un delito. “En todo el Perú existen ‘centralitas’. Esa práctica es de lo más normal. Todos los políticos tienen a sus periodistas a quienes pagan por publicar información según su conveniencia. Eso no tiene nada de malo, señores. No se sorprendan.

Refiriéndose a las publicaciones sobre presuntos actos de corrupción de Álvarez, en particular los descubiertos por la Contraloría General de la República, Nelson Vásquez habló de una supuesta conspiración de la prensa contra César Álvarez.
“Está demostrado que hay más de 20 periodistas, unos que muestran la cabeza y otros que la esconden, que traman todo este caos. Toda esta red de medios de comunicación está haciendo política y ha pintado, y lo vienen pintando, como el más corrupto al presidente Álvarez”, dijo. E insinuó que se trataba de una campaña financiada.

En el caso de Johnny Espinoza, el 10 de octubre del 2012, fue sentenciado a tres años por difamar al alcalde de Nuevo Chimbote, Juan Gasco Barreto. Espinoza empezó a atacar a Gasco desde que se apartó del movimiento Cuenta Conmigo, de César Álvarez y Luis Arroyo, porque sospechaba de conductas ilegales.

En una de las audiencias se proyectaron los videos que registran los ataques de Espinoza al burgomaestre, a quien trató de “delincuente”, desgraciado”, “mafioso” e “idiota”, entre otras expresiones que retratan el tipo de periodismo que ejerce el conductor de “El caballito justiciero”, quien solía presentarse en la inauguración de obras junto con César Álvarez y Luis Arroyo.

Johnny Espinoza se presentó al juzgado a escuchar la sentencia en compañía de un grupo de miembros del sindicato de Construcción Civil de Chimbote al mando de Víctor López Padilla, hoy preso bajo la acusación de haber participado en la conspiración para asesinar a Ezequiel Nolasco.

En el 2010, la Segunda Sala Penal de la Corte Superior condenó por difamación agravada a la periodista Rosa Olivares de la Cruz porque desde el programa que tenía en el Canal 25 profirió insultos y acusaciones en agravio de la ex regidora de la alcaldía provincial del Santa Esmeralda Marcelo Robles. Marcelo era una reconocida crítica del presidente regional César Álvarez y del alcalde Luis Arroyo.

CLAVES
Durante la investigación del caso “La Centralita”, los fiscales anticorrupción César Jiménez y Javier Estrada lograron averiguar que los periodistas que apoyaban la gestión de César Álvarez recibían del presidente regional la suma de 5 mil soles mensuales a cambio de su apoyo incondicional.

Entre los que contribuyen con las autoridades en el esclarecimiento de los pagos a los periodistas se encuentran dos personas que fueron testigos de los desembolsos en efectivo que recibían los acusados.
La periodista Rosa Olivares tiene notorios signos de riqueza, por lo que las autoridades indagan si en su caso también implicaría el presunto delito de lavado de activos. (La República- María Elena Hidalgo).