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Cura para el sector salud

Chimbote en Línea (Análisis)  Las huelgas en el sector salud (MINSA, ESSLAUD) son expresión de la profunda crisis del sistema, y se extienden como una epidemia.

Luego de que la ministra de salud Midori de Habich llegara a un acuerdo con los médicos y lo plasmara en un acta firmada en octubre del año pasado, el incumplimiento por el MINSA de puntos contenidos en el documento ha desatado, lógicamente, la reacción de médicos, enfermeras y profesionales de salud en general.

El primer gran problema, como señalan la Federación Médica Peruana (en huelga indefinida desde el 16 de julio), la Academia Peruana de Salud y Foro Salud, para comenzar es la poca atención que han brindado los gobiernos, incluido el de Ollanta Humala, al aumento presupuestal para el sector salud.

Es lamentable que en el Seguro Integral de Salud, el gasto anual per cápita fuera, en el año 2012, equivalente sólo al 16% del gasto anual per cápita de EsSalud. Este es, por cierto, apenas el equivalente al 7% del promedio de dicho gasto en América del Sur, o al 1% en España.

Un segundo gran problema es la notoria insuficiencia de profesionales en hospitales y otros niveles de atención. Este hecho se origina en las condiciones deficientes de los términos laborales para los profesionales de la salud, razón por la cual optan por migrar, generalmente sin retorno.

Mientras se discute, por ejemplo, un polémico pago de bonos agrarios, se dejan de atender urgencias como las demandas médicas (demandas que no son antojadizas, sino que responden a un compromiso asumido por el Ministerio y luego evadido), las demandas de funcionarios públicos, fonavistas, pensionistas, etc.

Un tercer problema es la insuficiencia en los recursos para el sector. El informe de la Defensoría del Pueblo sobre aseguramiento universal, publicado en junio de 2013, indica una serie de aspectos supervisados en hospitales de todo el país y se ve cómo, por ejemplo, de 149 servicios de emergencia, el 65.5% de personal entrevistado señaló que los ambientes destinados eran insuficientes, o el 52.3% indicó que no contaba con el equipamiento para atender emergencias.

En la misma línea,  se pudo evidenciar una carencia de servicios de laboratorio, farmacia, rayos X, centros quirúrgicos, banco de sangre y, en ocasiones, hasta acceso a agua potable.

Son estos grandes temas los que, junto con una real acceso universal, integral y solidario, deben formar parte de una real reforma de salud.

El Congreso de la República ha otorgado recientemente facultades legislativas al Ejecutivo para que lleve a cabo la urgente reforma de salud; sin embargo, realizarla de espaldas a la sociedad organizada, a los médicos y enfermeras que se encuentran en huelga y trabajadores administrativos que se encuentran también protestando no hará sino agudizar el problema. Además en ESSALUD ya se convocó al paro médico para el 8 y 9 de agosto y los tecnólogos de esta institución llevan semanas en huelga.

Hace falta voluntad política, utilizar las facultades legislativas otorgadas con responsabilidad y plasmar cambios modernos para lograr el derecho a la salud de todos los peruanos; priorizar salud y educación, a costa de la opinión del ministro Castilla. En suma, desencastillar el presupuesto de una vez por todas. (Otra Mirada)