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La Amazonía en el centro del interés de la Iglesia latinoamericana

Chimbote en Línea (Cuestión de Fe).-Hoy jueves 18 se inaugura el Encuentro Pan Amazónico convocado por el Secretariado de Cáritas para América Latina y El Caribe en la ciudad de Lima, con la presencia del presidente del departamento de Justicia y Solidaridad del Celam, monseñor Pedro Barreto, quien es también el arzobispo de Huancayo en el Perú.

El evento que culmina el viernes 19, tiene como objetivo promover el desarrollo humano integral y solidario a favor de las poblaciones de la Amazonía en todo el continente sudamericano.

Compromiso con la Amazonia

A través de paneles y grupos de trabajo, los asistentes reflexionarán sobre la espiritualidad en la Amazonía, así como sobre los valores del cuidado de la creación en las enseñanzas de la Doctrina Social de la Iglesia.
También se conocerá la experiencia social y pastoral que se realiza en los pueblos amazónicos que se encuentran en Brasil, Venezuela, Colombia, Perú y Ecuador.

Otro punto central del encuentro será lo referido al cuidado de la creación, así como la inculturación del evangelio y el desarrollo humano en las zonas donde se trabaja con las comunidades indígenas.

El evento esperá ofrecer un documento con compromisos y acuerdos que permita realizar un monitoreo más de cerca de las tareas asumidas por los participantes.

Habla el presidente del Selacc
A fin de conocer un poco más sobre este encuentro en Lima, y los principales aspectos del trabajo de la Iglesia en la Amazonía, ZENIT dialogó con monseñor José Luis Azuaje, obispo de la Diócesis de El Vigía-San Carlos en Venezuela y presidente de Cáritas América Latina y El Caribe.

¿Por qué es importante este encuentro de Cáritas?
- Mons. Azuaje: Este es un encuentro que realizarán dos grandes instituciones de la Iglesia en América Latina y El Caribe: Cáritas y el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), a través del Departamento de Justicia y Solidaridad que dirige monseñor Pedro Barreto. Reviste gran importancia por el trabajo que la Iglesia y muchas instituciones de la región están haciendo en torno a la preservación, conservación y cuidado del medio ambiente natural y humano en la Amazonía. Porque no se trata solo de vegetación o fauna animal, sino también de grupos humanos, particularmente de pueblos indígenas a los cuales se les ha violentado todo derecho a tener la tierra y vivir en su hábitat natural. La Iglesia siempre ha hablado y obrado en relación a estas experiencias de promoción humana y dignificación del ser humano y su entorno.

¿Hay un mensaje de la Iglesia hacia los pueblos amazónicos en el cuidado de la tierra?
- Mons. Azuaje: Hay todo un tratamiento muy interesante sobre la Amazonía en diferentes episcopados. En el Documento de Aparecida encontramos una seria reflexión sobre el tema en los Nros 83-97. Brasil lleva la batuta como decimos criollamente; se ha tratado la problemática desde distintos ángulos y se sigue reflexionando y actuando con los equipos de Cáritas y de pastoral social, además de las Iglesias particulares que están en el inmenso territorio amazónico; pero también otros episcopados y Cáritas se han preocupado con el tema. Recientemente se realizó el evento “La Iglesia en la defensa de la vida. Realidad y vulneración de identidades y derechos en la Amazonía, en Puyo Ecuador del 22 al 24 de Abril de este año; igualmente algunos episcopados y Cáritas han sacado documentos, como el emanado por la Conferencia Episcopal del Perú, “Rol de la iglesia Católica en la Amazonía”; Bolivia ha hecho lo mismo, con distintos temas; Venezuela a través del Vicariato de Puerto Ayacucho y del Caroní, han elaborado propuesta para el caso venezolano; de la misma forma lo ha hecho Colombia y otros países que comparten la Amazonía. Quiero hacer referencia aquí al mensaje del papa Benedicto XVI en la jornada Mundial de la Paz de 2010: “Si quieres Promover la Paz protege la creación", donde hace una síntesis brillante de esa unidad que debe existir entre el cuidado de la creación y la paz para el mundo.

¿Le preocupa el modo en que algunos gobiernos manejan el tema de las concesiones de tierras, etc.?
- Mons. Azuaje: El problema agudo es la concepción que se tiene del Desarrollo. Con este nombre se ha querido buscar riqueza y hasta lujo, pero sin importar los medios. Muchas veces se obtiene riqueza tangible, pero con daños al patrimonio de la humanidad. Los gobiernos van más a la base del poder, es decir, a sostenerse en el poder sin mirar que muchas veces sus decisiones que le pueden ayudar a sostenerse en un poder temporal, acarrean consecuencias nefastas para el medio ambiente.

El dicho permanente es “quien ofrece más en ganancias”, sin mirar el tratamiento que se le da a la naturaleza, los medios con los cuales se obtienen las ganancias. Otro factor es la corrupción y la impunidad. Esto es una desgracia en nuestros pueblos. Por más leyes que se aprueben en torno al medio ambiente, más son las violaciones que se dan por componendas. Y otro problema grave es la falta de vigilancia por parte de los organismos pertinentes en la salvaguarda de la naturaleza. Por eso debe haber un cambio de mentalidad en todos, gobiernos, empresas, moradores, instituciones, para comprender que de las decisiones que hoy se tomen depende la vida del mañana próximo.

¿Cuáles son los principales desafíos pastorales de la Iglesia en la Amazonía?
- Mons. Azuaje: Es interesante esta pregunta por el inmenso territorio que ocupa la Amazonía con un área de 7,01 Kilómetros cuadrados, que corresponde al 5% de la superficie de la tierra y al 40% de América Latina. Contiene 20% de la disponibilidad mundial del agua dulce no congelada; abriga el 34% de las reservas mundiales de bosques y una gigantesca reserva de minerales; 30% de las especies de la fauna y flora del mundo. Esto es todo un reto nos solo para la Iglesia sino para los gobiernos y pueblos de América Latina y el mundo. En América latina hemos hecho una seria reflexión y el Documento de Aparecida en los últimos años ha servido de guía.

Por eso seguiremos; nos desafía la manera de evangelizar para que nuestros pueblos descubran el don de la creación, sabiendo contemplar y cuidar como casa de todos el medio ambiente y la Amazonia. Debemos hacer una mayor presencia pastoral en las poblaciones y grupos humanos existentes en la Amazonía, con propuestas claras de diálogo cultural y visión cristiana; seguir buscando un modelo de desarrollo alternativo, participativo, sostenible, integral y universal en torno a los temas de la amazonía, basado en la ética que incluya la responsabilidad por una auténtica ecología natural y humana; hacer incidencia hacia la aprobación de políticas públicas con participación ciudadana que fomente el cuidado de la creación. 

¿Cómo entender la inculturación del evangelio en los pueblos amazónicos?
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Mons. Azuaje: La palabra inculturación lo responde. Meternos de lleno en la cultura de los pueblos locales y de todos los habitantes para revestirla del evangelio, sin obligar, sin forcejar, sino dando razón de la esperanza que el evangelio trae para cada cultura. Es ser compañero de caminos de cada ser humano que allí habite. Esto implica una labor muy ardua, que no puede reflexionarse desde afuera, como es conocer a profundidad la idiosincrasia cultural de los pueblos y asumir desde las tradiciones y costumbres propias un aprendizaje para comprenderlas y dialogar con ellas desde el evangelio. Pero también, hay que profundizar la presencia pastoral en las poblaciones más frágiles y amenazadas por el desarrollo depredador, y apoyarlas en sus esfuerzos para lograr una equitativa distribución de la tierra, del agua, y de todo espacio para la vida. No se puede evangelizar sin ser primeros evangelizados desde lo natural, desde las propias experiencias religiosas de nuestros pueblos.    (Por José Antonio Varela Vidal - Zenit.org)