Las rutas de una destitución (Análisis de Ricardo Uceda)

Chimbote en Línea .-Una de las noticias impactantes de los días recientes fue el anuncio de que el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) iniciará dos procesos disciplinarios al Fiscal de la Nación, Carlos Ramos Heredia.

Es posible que haya más noticias en la misma línea. Pues en sus próximas sesiones el CNM podría aprobar que contra Ramos se inicien otros tres procesos disciplinarios. Alguno de ellos puede costarle la cabeza antes del fin de año.

De acuerdo con las normas del CNM, antes de que se abra un proceso disciplinario debe haber una investigación preliminar. Y antes, una calificación de la denuncia. Previamente incluso existe una etapa en la que los comisionados huelen el ambiente para decidir si entran al tema o no. Todo lo cual hace presumir que el pase al proceso disciplinario en sí ocurre con elementos suficientes para sentar al frente a un magistrado, sopesar los hechos que lo incriminan y escuchar sus descargos.

Cuatro de las denuncias contra Ramos tienen que ver con el comportamiento del Ministerio Público ante la corrupción en Ancash. Una, por su participación en la remoción de los fiscales que allanaron La Centralita, el local de operaciones encubiertas del presidente regional César Álvarez, el 13 de julio del 2011.

Otra, por haber pretendido destituir a Luis Checa, un fiscal que investigaba a la corrupción. Una tercera por no haber sancionado la supuesta complacencia del fiscal superior decano, Dante Farro, ante la autoridad regional. Y hay una cuarta por ejercer funciones de Fiscal Supremo de Control Interno cuando su mandato ya había vencido. Existen otras dos denuncias más, pero las relacionadas con Ancash son las que decidirán su futuro.

El l CNM también digiere unas cinco denuncias contra el ex Fiscal de la Nación José Antonio Peláez Bardales: una se halla en la etapa de calificación, tres en investigación preliminar y una en proceso disciplinario. También con Peláez el tema fuerte es lo de Ancash. Pero el CNM, que no desea empacharse, decidirá la situación de Ramos primero. Esto lo ha comprendido muy bien el Fiscal de la Nación, quien está dando la batalla en varios frentes.

FARRO SE DESMARCA
Está claro que lo que decida con Ramos el CNM respecto de los hechos en el caso La Centralita afectará también a Peláez. Con una orden judicial, cuatro fiscales participaron en el allanamiento de La Centralita y fueron destituidos a los pocos días después de que César Álvarez y  Heriberto Benítez protestaran en Lima ante el Fiscal de la Nación, además de haberlo hecho ante Dante Farro en Chimbote, junto con el parlamentario Víctor Crisólogo y otras dos personas. Farro, previamente a la sanción, suscribió un informe dirigido a José Antonio Peláez. Este documento se ha convertido en pieza importante de la investigación.

Farro ha declarado al respecto  públicamente y ante la Comisión del Congreso presidida por Mesías Guevara, que también investiga el comportamiento de autoridades en Ancash. Dijo que el informe le fue pedido por Peláez y Ramos. Añadió que su contenido señala posibles irregularidades en el allanamiento –supuesta afectación de derechos de terceras personas– pero en modo alguno solicita la destitución de los fiscales. Farro les atribuye toda la responsabilidad a Peláez y a Ramos Heredia.

“Me exigieron el informe; el informe lo querían urgente y no me debieron haber pedido porque si no me pedían yo no mandaba nada”, declaró Farro en una sesión reservada ante la Comisión Ancash. Recibió, dice, dos llamadas del despacho de Peláez y dos del de Ramos. Ante lo cual, la defensa de Ramos es previsible. ¿Quién tiene la potestad de nombrar y remover a fiscales provisionales, que era la condición de los allanadores? El Fiscal de la Nación y solo él: José Antonio Peláez. Ramos, por lo tanto, no decidió la destitución. Peláez, a su vez, aduce haber actuado en función del informe Farro.

INVITADOS A PASAR
Fue un allanamiento en regla, con orden judicial, por el cual fueron echados los fiscales participantes. El arrendatario de La Centralita, Martín Belaunde, presentó un hábeas corpus ante el Quinto Juzgado Penal del Santa contra el juez que lo ordenó, Concepción Carhuancho, y contra los fiscales que lo practicaron. El Poder Judicial lo desestimó y Belaunde no apeló. Se quejó además ante el Órgano Desconcentrado de Control Interno de La Libertad y del Santa. Tampoco le dio la razón.

En cambio Ramos sí lo hizo: tramitó una denuncia planteada ante su despacho por el propio congresista Heriberto Benítez, dos días después del allanamiento. Culminó su informe dándole a razón a Benítez –un socio político y presumiblemente delictivo de Álvarez– y pidiendo que los fiscales fueran denunciados penalmente por abuso de autoridad. Cuando suscribió esta resolución, el 21 de febrero del 2014, había vencido su mandato improrrogable de tres años como Fiscal Supremo de Control Interno. La falta es grave. Esta irregularidad es el meollo de otra de las denuncias en su contra que el CNM debe resolver.

De modo que si bien fue Peláez quien destituyó a los Fiscales, Ramos fue el único que encontró irregular el allanamiento. Al recibir su informe, Peláez no acogió el pedido y pidió ampliar la investigación, lo que actualmente ocurre. Y han aparecido sorpresas. Jorge Chang, asesor legal de Ilyos Producciones, la empresa de Belaunde, ha declarado que no hubo allanamiento, porque él mismo abrió la puerta a los fiscales y los invitó a pasar. Es la misma versión que ofrece ahora Belaunde a través de su abogado, José Urquizo. Los supuestos abusados están descolocando feamente al Fiscal de la Nación.

INMINENTE DESENLACE
Otro expediente que tiene a mal traer a Carlos Ramos Heredia es el que documenta la persecución contra los fiscales que intervinieron una camioneta del presidente regional ante una denuncia que resultó falsa. Quince fiscales anticorrupción fueron sometidos a proceso, bajo el supuesto de que había una persecución política en contra de Álvarez. El proceso terminó con sanciones a la mayoría y con un pedido de destitución contra el fiscal Luis Checa.

Como es fácil de apreciar, el procesamiento al Fiscal de la Nación no depende de los hechos de un solo caso sino de una situación en la que se supone que la corrupción en Ancash tuvo un manto de protección que no se limitaba a la acción del jefe local, Dante Farro. “Yo podría ser un chivo expiatorio”, dijo Farro, quizá temiendo que el CNM se conforme con su cabeza.

Sin embargo, en el CNM habría temperamento para destituir a Ramos. Hasta es posible que, acumulados los cinco procesos disciplinarios, este organismo acuerde, ahora sí, la suspensión temporal del Fiscal de la Nación en tanto continúen las investigaciones. En agosto pasado el CNM desechó la posibilidad ante el pedido del comisionado Vladimir Paz de la Barra, quien después renunció. Entonces consideró que era “prematuro”: las investigaciones aún se hallaban en su fase inicial, y no había flagrancia de delito.

Pero ahora las evidencias se caen de maduras, mientras  el propio investigado junta balas contra sus procesadores, como lo demuestran las denuncias que hace contra la Comisión Ancash en el Congreso. Es posible que en el CNM las cosas tarden más de lo debido, pero de todos modos allí avanzarán más que en el Congreso, donde Ramos tiende puentes con los sectores que caen en su tienda para ser investigados. El fujimorista Julio Gagó, el primero que le tocó la puerta, salió con una sonrisa feliz, libre de polvo y paja de lo que se lo acusa.( Fuente: La República)

 

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