Proyecto de ley de medicamentos, camino seguro a la exclusión

Chimbotenlinea.com (Publicado en www.otramirada.pe).- La Gran Transformación sin sobresaltos en salud y en medicamentos suena más a una ironía que a una promesa. En una promesa hay intencionalidad y aunque no llegue a concretarse, hay esperanzas. En la ironía es distinto, está la certeza de no cumplir y esto ocurriría con la política de medicamentos en caso se apruebe el Proyecto de Ley del Congresista Abugattas sobre los mismos.

(Foto Internet)

Me gustaría creer que la Gran Transformación está aún en la agenda del Presidente, pero cuando sus principales colaboradores (sus ministros) dicen que “ya fue” o actúan movidos por intereses distintos, me entra la duda. Este sería el caso del Sr Silva, Ministro de Industrias y Comercio, vinculado a la industria farmacéutica nacional y quién a pesar de su abierto conflicto de interés, trató de intervenir en la regulación de medicamentos como se puede ver en el Informe 28 y 47 del MINCETUR, donde propone al MINSA una reforma al Reglamento de Medicamentos con claro beneficio a la industria farmacéutica nacional y en desmedro de la salud pública.

Como su pedido no pudo prosperar, la viada se dirigió al Congreso y al parecer fue el Congresista Abugatas quien con escasa información acogió su propuesta, convirtiendo la promesa de contar con medicamentos de calidad en una ironía; Según esta propuesta se crearían “nuevos” controles a medicamentos que ya tienen estándares de calidad y estos serían realizados coincidentemente por los laboratorios que representa el Ministro Silva. Asimismo, se suspendería el proceso de recertificación de medicamentos que circulan desde antes de 2009, muchos de los cuales carecen de pruebas de calidad y para más coincidencias, también provienen del mismo grupo de laboratorios y crearán barreras a nuevos medicamentos, haciendo más difícil el acceso a terapias de avanzada para el SIDA o enfermedades de alto costo.

Con estas iniciativas la única transformación segura es a la inequidad y esta no es una nueva ruta, sino la continuidad de un modelo basado en un mercado abusivo sin regulación del Estado. Nadie niega que necesitamos industrias nacionales fuertes pero estas no pueden fijar las reglas de juego de la política pública, ni mucho menos dirigir la salud de los peruanos y peruanas.