Fiesta de San Pedrito, una Devoción muy Singular

san pedrito en procesinPor: Ph. D. José María Huamán Ruiz (*)

Solamente el nombre del Patrón de Chimbote es conocido como San Pedrito y no San Pedro, como en las fiestas de pescadores de todo el mundo. Incluso las instituciones que llevan el mismo nombre no utilizan el diminutivo San Pedrito, sino únicamente el nombre de San Pedro; es el caso de la Catedral San Pedro, el Colegio San Pedro, la Universidad San Pedro, entre otros. También podemos señalar, por comparación, que la fiesta de otros Santos casi no se utiliza el diminutivo, sino estaríamos hablando de San Pablito, San Martincito, San Juancito, Santa Rosita; lo cual no es usual.

Según el Diccionario de la Real Academia Española, cuando utilizamos un diminutivo, expresamos la cualidad de disminuir o reducir a menos algo; o lo presentamos con intención emotiva o apelativa, en forma de adjetivos y adverbios con significación intensiva.

Es interesante, en tal sentido, tomar en cuenta la singularidad de la Fiesta de San Pedrito, que por diversas circunstancias ha pasado a llamarse así y se ha enraizado en la mente y corazón de los chimbotanos, con una connotación de cariño, como cuando decimos “mamita” en vez de mamá, “papito” en vez de papá o “hijito” en vez de hijo. Y no solamente con las personas, sino también con las cosas, utilizamos el diminutivo para referirnos que algo está muy unido a nosotros o le tenemos mucho afecto, como cuando decimos “pancito”, “frutita”, “amorcito”.
Hace varios años se popularizó, debido a una jocosa propaganda televisiva, el término de “alguito”, para referirse al diminutivo de “algo”. Es decir, que si no podemos conseguir lo que nos proponemos o deseamos, nos contentamos con “alguito”, valorando lo que tenemos así sea poco, convirtiéndose en un término muy peruano y popular.

 En definitiva, cuando ahora utilizamos el nombre de San Pedrito no nos referimos a una estatua chiquita o porque a los Pedros se les dice Pedrito, sino que lo tomamos por el lado amable de mencionar con cariño y familiaridad a un Santo que consideramos “pata salada”, muy nuestro, como que acompañó a Chimbote desde que se instalaron los primeros pescadores en la caleta al pie del Cerro Colorado, hace dos siglos y medio, aproximadamente, pues una de las primeras referencias históricas es la del cura de la villa de Santa María de la Parrilla en 1774, Valentín Noel de Rojas, quien lo anota  en el  libro de visitas eclesiásticas de esa época.

Sin embargo, si bien se ha popularizado el nombre de San Pedrito para nuestra fiesta patronal y continuará así por los siglos de los siglos, cuando los primeros pescadores trajeron esta devoción religiosa a Chimbote, desde sus orígenes en Huanchaco, La Libertad, el Santo no se llamaba San Pedrito, sino únicamente San Pedro, como suele llamársele en los puertos pesqueros donde es patrón.

Según el profesor e investigador Fernando Bazán Blas, citando el testimonio del Sr. Beltrán, un huanchaquero que en mayo de 1960, dio dicho testimonio a los 92 años, en un artículo publicado en la revista de cultura “Xanta” No. 4, señala que cuando Chimbote era una pequeña caleta de pescadores sus habitantes decidieron construir una capilla de quincha y barro con su respectiva urna para festejar por primera vez la fiesta de San Pedro ya que éste era el Santo de los pescadores.

 Para realizar la fiesta decidieron adquirir una imagen de San Pedro, pero faltando pocos días para la fiesta se toparon con que la urna construida era más pequeña que la imagen y como ya no había tiempo optaron por cortar los pies de la imagen para achicarlo y con el vestido tapar la imagen y pueda entrar así en la urna. De ahí vendría el nombre de San Pedrito.

Hay que tomar en cuenta que los católicos no veneramos la imagen, la estatua, la fotografía, el afiche o cualquier representación plástica que se haga de San Pedrito, sino que, como los pescadores huanchaqueros que fundaron esta ciudad, lo que más nos importa es la parte espiritual, la comunicación con Dios, a través de su discípulo y apóstol más querido, San Pedro, piedra sobre la que está edificada su iglesia, según palabras del propio Jesucristo.

Es por ello que si bien la anécdota y el dato histórico, la lingüística o la semiótica, el significado de los signos, identifican los orígenes o el sentido de las palabras y de las cosas; lo fundamental para nosotros es la conciencia religiosa y ética que tenemos aquí y ahora.

En este sentido, cada vez que llega el mes de junio, un gran sentimiento de alegría, de solidaridad, de identidad, de hermandad, se apodera de todos nosotros, uniéndonos en torno a nuestro Santo Patrón, San Pedrito, ratificando nuestro compromiso con la ciudad que nos acoge, valorando el trabajo de los pescadores y de todos los trabajadores como fuente de sustento familiar, de bienestar y progreso, y por sobre todo, agradeciendo al Señor por habernos creado en medio de una naturaleza pródiga y con muchos recursos, dependiendo solamente de nosotros utilizarla adecuadamente. Felices Fiestas de San Pedrito.

(*) Rector
Universidad San Pedro