El seudoperiodismo es comando

(Lic. Sergio Benites Romero) Otorgar la encargatura de gobernar a los ancashinos puede ser un alto honor, aunque a veces la realidad puede revelarse contra todo pronóstico, puede cambiar el color del cielo, entonces se desencadenan turbulentas corrupciones en desmedro del erario y de la confianza depositada, aflora la incapacidad y no demoran en germinar la prepotencia iracunda a toda oposición.
La sangre amenaza incluso con llegar al mismo río porque una historia negra comienza a escribirse a todo costo, en medio de dicha orgía, resulta fundamental e histórico el papel de los medios de comunicación.

Desde el 2000, a  partir de la crisis ética en la que se enrumbaronn algunos mass media nacionales a cambio de salir de sus crisis contables, venimos espantados y escarmentados; porque nunca olvidaremos la catarsis de contemplar en la pantalla la videoteca del SIN que evidenció descaradamente el empeño de líneas editoriales.

Desde entonces los públicos más serios cuidamos la credibilidad, los periodistas lo saben bien porque cuesta sacrifico disputársela.

La autoridad ancashina entiende – que duda cabe – certeramente el poder mediático. El problema radica en la forma maquiavélica que ha escogido.

La consecuencia es clara, la televisión puede mejorar su calidad tecnológica aunque diametralmente los contenidos periodísticos pueden ser un completo asco proyectando una alta definición del insulto, emitiendo por NCN un vómito audiovisual que ha inaugurado un verdadero periodismo jurásico, es decir todo un experimento depredador.

¿De qué manera puede entenderse la posición defensiva en coro a la inefable máxima autoridad regional y simultáneo ataque a sus opositores?

¿De qué manera puede entenderse que los seudoperiodistas de NCN atiendan sincrónicamente la misma agenda de ataques del peor presidente regional que hemos tenido?

¿De qué manera puede entenderse que algunos programas pro alvaristas regalen electrodomésticos y víveres en canastas en fechas festivas?

¿De qué manera puede entenderse las excesivas repeticiones de las entrevistas a Álvarez realizadas en canales capitalinos?

¿De qué manera puede entenderse el continuo despliegue de spots comerciales propios de una campaña que elogian al gobierno regional?

Todo esto anterior no es gratuito, cuesta ¿Quién lo financia?

Pero los daños son mucho peores, son groseros en toda su magnitud porque apenas se someten a un somero análisis de contenido puede comprobarse su inopia periodística.

¿Cómo puede explicarse que un colegio reparado se inaugure y luego se cuente como un centro educativo más inaugurado? Se inaugura lo nuevo, no lo que nunca dejó de funcionar y solo tuvo algunas mejoras.

¿Cómo puede explicarse que toda la propaganda de una gestión se personifique como culto en un solo individuo en cuanto volante, afiche, panel o imagen audiovisual sea posible?

¿Cómo puede explicarse la canalla manipulación a escolares para que declaren a Álvarez en plena “inauguración” de un centro educativo que cuando mayor “votarán por él”? Solo por citar algunos casos.

En síntesis, los seudoperiodistas así escogieron ser señalados, resulta increíble verlos tragicómicos lamentarse por el hecho de sentirse aislados.

Tampoco es difícil darse cuenta que muchas llamadas telefónicas a los programas de NCN son las mismas noche a noche, por cierto, la calidad de dichos televidentes salta a la vista al escucharlos.

Por tanto es coherente que tan malos programas tengan una audiencia del mismo nivel. Llamentablemente no pueden comprender que el primer principio de un televidente serio es el de no dejarse manipular.

Por eso Eduardo Galeano afirmó que  del periodismo se aprende por lo que se dice pero también por lo que se calla.

Valgan verdades y justos reconocimientos tenemos periodistas que reflejan la única realidad y no una dirigida ficción.