Encarnar a Cristo, es cuidar la Creación

Chimbote en Línea (Por: Fray Héctor Herrera OP)  Del 1 al 12 de diciembre de 2014, se celebra en Lima la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP20). Es una oportunidad para que los gobernantes de las grandes potencias, como de todo el mundo y la participación de los pueblos, para que se busque soluciones concretas en defensa de la creación.

Es conocida por todos que el desglaciación o reducción del hielo de los glaciares (en Perú se han perdido 470 kilómetros cuadrados de masa de hielo), la tala de los bosques (7 a 10 millones de hectáreas), la contaminación de los ríos a causa de una minería informal y la falta de protección de los pueblos indígenas, está ocasionando serios problemas ecológicos, de los cuales nuestro país Perú, sufre ya las consecuencias, sobre todo los más pobres del país.

El compromiso de las potencias como China, Estados Unidos, Japón, Rusia, India, entre otros es urgente de invertir en el control de los gases tóxicos y de realizar una cultura de protección al planeta a nivel mundial y desde el hogar, la escuela, instituciones públicas, privadas.

En este contexto de preparación del Adviento que nos exige conversión, previsión, esperanza, luz y búsqueda de soluciones concretas que nos lleve a encarnar a Cristo, Señor de la Vida y de la historia, cuya mirada compasiva se centra en la protección del cuidado de la vida en relación con la naturaleza y su entorno, los pueblos de las naciones indígenas de nuestra Amazonía nos interrogan con incesante clamor.

No es la hora de los lamentos, sino de la acción, en la aplicación de leyes de protección, en su cumplimiento de escuchar y atender a los más necesitados. Al respecto frente a la ecología, el Obispo de Roma, Francisco ha dicho: “Guardemos a Cristo en nuestra vida, para guardar a los demás, para salvaguardar la creación. La vocación de custodiar no sólo nos atañe a nosotros, los cristianos, sino que tiene una dimensión que antecede y que es simplemente humana, corresponde a todos. Es custodiar toda la creación, la belleza de la creación, como se nos dice en el libro del Génesis y como nos muestra san Francisco de Asís: es tener respeto por todas las criaturas de Dios y por el entorno en el que vivimos”. (19 de marzo de 2013)

Cada mujer y varón, tenemos la responsabilidad de cuidar la creación, para que Cristo renazca en nuestras vidas y para que protejamos el medio ambiente de la voracidad de los sedientos de poder, de dinero y de la desmedida explotación de los recursos naturales, pensando en lo extractivo y en no en políticas serias de planificación y de un desarrollo integral, utilizando e invirtiendo en tecnología avanzada que evite la destrucción de ríos, bosques y vidas humanas.

El Santo Padre nos recueda: “Nosotros estamos viviendo un momento de crisis; lo vemos en el medio ambiente, pero sobre todo lo vemos en el hombre. La persona humana está en peligro: esto es cierto, la persona humana hoy está en peligro; ¡he aquí la urgencia de la ecología humana! Y el peligro es grave porque la causa del problema no es superficial, sino profunda: no es sólo una cuestión de economía, sino de ética y de antropología. La Iglesia lo ha subrayado varias veces; y muchos dicen: sí, es justo, es verdad... Pero el sistema sigue como antes, pues lo que domina son las dinámicas de una economía y de unas finanzas carentes de ética. . . Hombres y mujeres son sacrificados a los ídolos del beneficio y del consumo: es la “cultura del descarte”. . . .(5.6.2013 Medioambiente)

 

 

 

Comentarios

Comentar