Nosotros y las tareas escolares

Chimbote en Línea (Periodismo escolar) Era común escuchar, hace algunos años,  al profesor de matemáticas decir: “resuelven los ejercicios de la página 10 hasta la 40”;  o al de comunicación: entregar una práctica con 40 ejercicios para reconocer, con un color el sujeto y con otro color el predicado; o al de sociales: elaborar una maqueta representando los pisos ecológicos de nuestro país”.

Lo peor que todos te dejaban para un mismo fin de semana y presentarlo la siguiente semana. Los tiempos han avanzado y estos han arrastrado consigo a la educación.

No voy a negar que en la actualidad no se dejan tareas pero estas son menores que las de hace algunos años recientes.

Sostengo que las tareas escolares tienen sus ventajas y desventajas y no lo son de todos perjudiciales, sino que habría que dosificarlas adecuadamente.

En primer lugar, se ha comprobado  que mientras los alumnos  dediquen más tiempo  a las tareas, más alto será su rendimiento en las instituciones educativas y más beneficios académicos  obtendrán a medida que avancen a los grados superiores.

Por otro lado, la utilidad de las tareas se extiende  más allá de la escuela. Estas  permiten inculcar  en los niños   hábitos y actitudes importantes: la capacidad de trabajar de manera autónoma, el sentido de responsabilidad por su propio aprendizaje, la autodisciplina, el manejo de su tiempo, el desarrollo de la iniciativa y el agrado por  los estudios.

Además, las tareas escolares sirven para para informar a los padres sobre la educación que están recibiendo sus hijos y para saber más del colegio al cual ellos asisten, así como para mejorar la comunicación entre padres y los hijos.

Sin embargo, un número excesivo de tareas escolares podrían llevar a los estudiantes a  desilusionarse con la escuela y perder la motivación de esforzarse.

Los discentes que descubren que la tarea es demasiado difícil pueden tener la tentación de hacer trampa en los trabajos, en lugar de pedir ayuda extra. Las cargas intensas de tareas, además del aumento de las horas frente a la computadora, pueden hacer que los niños y adolescentes sean menos activos físicamente, lo cual puede contribuir a la obesidad y a los problemas de salud relacionados. Demasiada tarea también puede contribuir al aumento de la privación del sueño en los adolescentes.

Las tareas reducen el tiempo de estar en familia y pueden causar desacuerdos no deseados entre padres e hijos, especialmente para los adolescentes que tienen problemas de aprendizaje.

Finalmente creo que las tareas escolares deben ser mínimas, pero sobre todo sencillas y bien dosificadas para tener el tiempo que requerimos para el diálogo en familia y la recreación.

ALUMNO: Emerson Minaya Toribio
COLEGIO: Nº 88203- Ancos (Pallasca)
ASESOR: Carlos Vereau Moreno

 

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