Mensaje del Obispo de Chimbote por las Elecciones 2014, Mons. Ángel Francisco Simpón Piorno. Este 5 de octubre, el Perú elegirá sus autoridades regionales y municipales. Momento importante el que vivimos.  Después de los recientes acontecimientos acaecidos en Áncash, que significan para todos nosotros una severísima llamada de atención, considero un despropósito el innumerable número de candidaturas que sin duda alguna atomizarán el voto y restarán legitimidad a los elegidos. De todas maneras, vivimos en un Estado democrático y todos tienen derecho a asumir la cosa pública.

Convendría sin embargo, que recapacitásemos antes de emitir nuestro voto, no solo para elegir a los mejores, sino a aquellos que son garantía de transparencia y honestidad.

Jesús nos ha dicho que la autoridad es un servicio a la comunidad, pero de igual manera que cuando nos aqueja la enfermedad, no acudimos a cualquier persona aunque sea servicial, sino aquel que tenga prestigio profesional, de la misma manera, deberíamos entender que el que ocupe un cargo público, debe contar con la preparación que garantice que las cosas serán bien hechas. Un Presidente o un Alcalde no se improvisan.

En segundo lugar, todo aquel que asume la representación de un pueblo debería tener una textura moral fuera de duda.
Los ciudadanos necesitamos autoridades con un profundo sentido ético que borren, de una vez por todas, la percepción que tiene la comunidad cuando habla de la clase política, como un colectivo corrupto.

La noble tarea y la vocación de servicio a la comunidad exigen de aquellos que ostenten la autoridad, una trayectoria impecable ya que saben poner el bien común en el horizonte de su vida, por encima de sus intereses particulares. Solamente así podría redimirse la clase política tan vilipendiada al menos en la opinión pública.

(Publicado en www.obispadodechimbote.org)