Unas dos mil personas, de todas las edades, de las diferentes parroquias de Chimbote, sociedad civil, colegios profesionales, estudiantes universitarios y algunas autoridades locales, se unieron en una sola voz en la “Marcha por la Vida, la Paz y la Justicia”, convocada por la Diócesis de Chimbote y el Colegio de Abogados del Santa, para decir BASTA YA a la violencia que impera en nuestra ciudad y no a la cultura de Muerte y la Impunidad.

(Fotos: Lindberg Cruzado)

La marcha, que partió desde la Plaza 28 de Julio a las 10 a.m., fue liderada por nuestro Obispo, monseñor Ángel Francisco Simón Piorno, y acompañada por las religiosas de las diferentes congregaciones de la ciudad.

 También acompañó el decano del Colegio de Abogados, Sabino Ponce Roso; y muchas delegaciones de colegios profesionales, organismos no gubernamentales; grupos parroquiales, universidades y los alcaldes distritales de Santa: José Velarde Ichikawa, y de Nuevo Chimbote, Juan Francisco Gasco Barreto.

Cabe destacar la presencia de los familiares de las víctimas de la violencia durante este y el año pasado, entre ellos: la familia de la joven universitaria asesinada, Sheyla Arce; del fiscal José Sánchez Colona; y del dirigente del mercado 2 de mayo, Omar Castro Zurita, recientemente ultimado a manos de sicarios. También del niño Manuelito y su Manuel Ancajima, que fueron acribillados a balazos en un colectivo.

En todo momento, los miles de acompañantes a esta marcha dejaron en claro su posición de total rechazo a la violencia, a la injusticia y a la impunidad y exigieron el pronunciamiento de las principales autoridades locales, como el alcalde provincial, Luis Arroyo Rojas, cuya ausencia fue notoria.

También demandaron mayor celeridad en las investigaciones policiales y los juicios que se vienen siguiendo por los diferentes hechos de muerte que han estremecido a Chimbote y gritaron NO a la CORRUPCIÓN.

MONSEÑOR: “LA INDIFERENCIA ES NUESTRO PEOR ENEMIGO”

El Obispo de Chimbote, monseñor Ángel Francisco Simón Piorno, resaltó el espíritu de la marcha, centrado en la defensa de la vida, de la paz y la justicia. Señaló que esta movilización pacífica fue completamente apolítica y sin ningún interés personal.

“No podemos seguir conviviendo con este clima de violencia y sobre todo con la indiferencia, que es el peor enemigo que podemos tener. Pues si no nos tocan o yo no soy el afectado, no me interesa que siga muriendo gente inocente en nuestra ciudad. Es nuestra obligación moral y como cristianos reflexionar sobre todo lo que está aconteciendo y sumarnos a este llamado de atención, basta YA de tanta indiferencia”, sentenció el prelado.

Monseñor también señaló que todos debemos comprometernos a exigir que la justicia sea administrada de manera transparente y eficiente, por aquellos que tienen a su cargo  los órganos competentes de investigar, juzgar y sancionar a quienes la trasgreden. “Como una condición imperativa para construir una sociedad con justicia y  paz, sin desigualdades, sin impunidad, sin corrupción y que camine al desarrollo para beneficio de toda la población”, puntualizó. (Por: Mónica Gismondi)