La periodista concedió una entrevista sobre sus impresiones de esa cobertura el jueves 19 de julio al programa El Arriero de la Mula TV, que se trasmite desde Lima, vía web, destacando la cantidad de personas presentes en los encuentros con los sacerdotes, así como la indignación persistentes en la población de Celendín contra el gobierno central, policía y ejército por la ineficacia ausencia de las investigaciones sobre los asesinatos, algo que comentó los medios capitalinos no habían dicho.
Además, colgó un día después varias fotos de su viaje en internet una página de Facebook, con comentarios en los mismos términos.
Coincidentemente, tras su regreso a Lima, la periodista recibió la noche del viernes, y procedente de un número celular, una llamada muy breve de contenido sexual, que aunque le pareció sospechosa creyó un error.
La noche del sábado, casi a la misma hora, volvió a recibir una llamada similar con un añadido, procedente de un número fijo esta vez, por lo que cree que hay una direccionalidad sospechosa que podría relacionarse con sus comentarios sobre lo que vio y dijo sobre el conflicto minero en Cajamarca.
La periodista, que nunca antes ha recibido ningún tipo de intimidación, incluso por investigaciones mayores, hizo público su malestar vía Twitter y ha señalado que irá a la División Nacional de Criminalística de la Policía Nacional (DIVINCRI) para denunciar solicitar una indagación de los hechos.