Jesús es aclamado y rechazado

Chimbote en Línea (Por: fray Héctor Herrera OP) Jesús ha preparado su entrada a Jerusalén, montado sobre un burrito. Esto es lo que nos narra Mc. 11,1-10. Es presentado como el Mesías-Rey esperado. Un rey pobre y humilde, como lo había anunciado el profeta Zac. 9,9 ss. A diferencia del soberbio romano, él no trae la guerra, sino la paz.

Los pobres entusiasmados con sus ramos, gritan ¡Hosanna! Bendito el que viene en nombre del Señor. Bendito el reino de nuestro padre David que llega. ¡Hosanna en las alturas! (v.9-10). El pueblo reconoce a Jesús como el Mesías y las palabras que gritan hosanna, significa “sálvanos por favor”. El poder religioso tiembla, tienen miedo y dicen algunos fariseos: reprende a tus discípulos. Y Jesús responde: si estos callan, gritarán las piedras (Lc. 19,39-40).

Jesús entra en la ciudad santa. Los dirigentes religiosos que tenían la Palabra de Dios, no habían dado fruto. Sus hojas estaban secas. No se podía cosechar como dicen Miq. 7,1 y Jr. 8,13. No aceptaban que un pobre del pueblo proclamara el reino de Dios, porque no creían en él. Su soberbia y orgullo los enceguecía, como puede enceguecer a los poderosos de hoy.

Su miedo era evidente. No podían tolerar que siga viviendo, quien cuestiona sus privilegios y el haberse “adueñado de la Palabra de Dios”. ¿Cómo iban a permitir que Jesús les cuestione su negocio en el templo, el ser reverenciados y llamados los maestros y señores?

La sentencia de su muerte está cerca. Tramaban como apoderarse de él, mediante el engaño. Esto nos dice Mc 14,1-15.

El complot estaba en marcha, como hoy se desaparece y se mata a las personas y discípulos de Jesús, opuestos a la corrupción y a los dioses del poder y del dinero. Jesús era consciente de su pasión. Sabe que lo golpearán, lo ultrajarán como anunció Is. 50,4-7, pero confía en Dios su Padre, quien no lo defrauda.

Jesús sabe que será traicionado por uno de sus discípulos, como hoy podemos traicionar a Jesús por nuestra falta de fe y testimonio de vida. Aun así comparte la comida o la cena de Pascua, pero será la comida de la nueva alianza, sellada con su sangre. Es en la cruz donde dona totalmente su vida por nosotros. Se abandona en las manos de Dios para darnos vida y esperanza. Para que tú y nosotros no tengamos miedo de dar testimonio de su nombre. Él no se buscó a sí mismo, se entregó libre y voluntariamente por amor a todos nosotros, para que nosotros cristianos seamos signos visibles del amor de Dios.

Pensemos en los cristianos decapitados en Siria, Irak, el Medio Oriente por razones de su fe en Cristo. La Hna. María de Guadalupe testimonia sobre los cristianos en Siria: “Vivir el día a día junto a estos cristianos es un enorme privilegio. ¡De entre ellos hay mártires y confesores de la fe!”. Oremos por la paz en Siria, Irak, que el Estado Islámico detenga esa injusta agresión y la ONU haga soluciones concretas frente a tantas víctimas del terrorismo fundamentalista. La madre del primer periodista norteamericano Diane Foley dijo: Como madre lo perdono", tras conocerse que el carnicero del Estado Islámico que decapitó a su hijo es Mohammed Emwazi, un veinteañero graduado en informática de origen kuwaití.

Es posible vencer el odio con el amor, la violencia y la intolerancia por los caminos del diálogo, que nacen de una fe profunda en Dios y creer que un mundo nuevo es posible. Porque creemos en la vida, triunfamos en aquél que nos amó primero para que hagamos posible la fraternidad, la justicia y la paz como  don de Dios. 

DOMINGO DE RAMOS.CICLO B. D. 29.03.2015. MC 11,1-10 Y 14,1-15.47

 

 

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