Sintió compasión

Chimbote en Línea (Por: fray Héctor Herrera).- El profeta Jeremías 23,1-6 se queja de los malos pastores políticos y religiosos de su tiempo que habían dispersado las ovejas del rebaño. Nos da una nueva esperanza, el Señor es el único pastor que reunirá de nuevo a sus ovejas de todos los países. Hará brotar del germen de David, un pastor que practicará el derecho y la justicia. Su nombre será el Señor, nuestra justicia.

El evangelio de Mc. 6,30-34 recoge esta experiencia de Jeremías. En tiempos de Jesús, los pastores, velaban por sus intereses, olvidándose del pueblo, imponiéndoles pesadas cargas. Jesús envía a sus apóstoles a una misión. Se reúnen con él, y le cuentan lo que habían hecho y enseñado. Los acoge con cariño, les pide descansar un poco (v.31). Es necesario en nuestra tarea pastoral descansar para volver a Jesús, tener la fuerza de evaluar y tener los mismos sentimientos de acogida y de amor para con la gente con quien compartimos.

Quizás en la misión son tantas las personas que tenemos que atender y escuchar. Sin embargo, es necesario un momento de estar solos (v.32) para retomar la fortaleza de Jesús en la oración, ver si hay coherencia entre lo que anunciamos y lo que hacemos, analizar la situación y la realidad de nuestra gente con los ojos de Dios para transmitir un cambio de vida y de actitudes conforme al evangelio de la vida, que ayude a cambiar la situación de vida de los más necesitados.

La gente tiene hambre no sólo de pan, sino de la Palabra de Dios. Jesús sintió compasión, porque eran como ovejas sin pastor (v.34). Conocían muy bien la experiencia de humillación, de sometimiento de sus dirigentes políticos y religiosos. Viven una experiencia nueva.  Jesús se comunica con ellos. En Él había amor, coherencia, cercanía, amistad con las multitudes. Su palabra llenaba sus aspiraciones más profundas de ser reconocidos como personas e hijos de Dios. Reconocían en él, que la justicia y el derecho de Dios había llegado a ellos.

¡Qué enseñanza más profunda para nosotros cristianos de hoy! ¡Cuánto tenemos que valorar  y aprender de Jesús en nuestras vidas, la imagen del buen pastor cercano, que reúne, acoge, fortalece, orienta, guía hacia los caminos de verdad, justicia y paz. Que se pone frente a su pueblo para darle seguridad, luz, libertad y amor.

Quien sabe tener la misma mirada de Jesús, desde lo más profundo de su ser, siente entrañas de misericordia y compasión para acompañar y guiar a su pueblo, tenderá siempre puentes de diálogo, comprensión, coherencia y transparencia.

¡Cuánto tenemos que aprender hoy como comunidades cristianas: compañía y cercanía, sentir al otro como hermano, a, que comparten desde la Palabra de Dios, la riqueza de la vida y la protección de la vida humana, como don de Dios, que comparten la mesa de la Palabra y del Pan de vida, para construir comunidades unidas por la fuerza de la oración y de la acción, que recrea y transforma la vida cristiana desde el corazón de la familia, la sociedad!

La compasión se muestra en el servicio sincero y profundo de Jesús, el  pastor que nos guía hacía los pastos de la reconciliación y la creación de canales de justicia y el derecho para todos los pueblos. 

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