Óscar Arias, Nobel de la Paz, propone tratado para frenar el comercio de armas

Chimbote en Línea (Entrevistas).- El premio Nobel de la paz, Óscar Arias Sanchez, presidente de Costa Rica durante dos mandatos, encontró hoy en Roma al Papa Francisco después de la audiencia general.

Óscar Arias indicó su gran satisfacción ante el llamado al diálogo que la Santa Sede ha propuesto a Siria como salida a la actual situación y le solicitó al papa su apoyo para un proyecto que ha presentado ante las Naciones Unidas: un tratado que limite el comercio de armas. En entrevista a ZENIT el Nobel de la Paz contó diversos detalles interesantes que le proponemos aquí a nuestros lectores.

¿Presidente, cómo fue el encuentro con el papa Francisco, respecto a los que tuvo con otros pontífices?
-- Óscar Arias: En mi vida pública tuve la enorme satisfacción de conocer a los tres últimos papas. Juan Pablo II, Benedicto XVI y ahora al papa Francisco. En diferentes épocas de mi vida política: en mi primera presidencia para pedir que la Iglesia apoyara el plan de paz en mi país, la segunda vez tenía la preocupación por el aumento de la población y la incapacidad de los gobiernol de satisfacer los servicios más elementales.

¿Y hoy en concreto?
-- Óscar Arias: Hoy he tenido la oportunidad de decirle a santo padre que con la misma vehemencia y fuerza moral que pide por la negociación en Siria, lo haga también por una iniciativa que he presentado como presidente de Costa Rica, durante este segundo mandato, en la Asamblea General de las Naciones Unidas, para crear el tratado sobre el comercio de armas

¿A qué punto está el tratado que limitaría el tráfico internacional de armamento?
-- Oscar Arias: Ayer supe que Italia ya lo aprobó en la cámara de diputados. Mi gobierno fue quien lo introdujo y fue uno de los primeros países en ratificarlo. Pero el tratado entrará en vigor -le comenté al santo padre- cuando 50 países hayan adherido. Y la voz fuerte del Vaticano sería sumamente importante. No solamente porque son armas convencionales que matan todos los días a miles de inocentes,  en mano de las pandillas, de los carteles de la droga y hasta de terroristas. Sino también porque no hay nada más perverso que entre los gastos de un gobierno, figuren los de armas y soldados. La mejor manera de perpetuar la pobreza --le dije al santo padre-- es que un gobierno gaste en armas y soldados y no en educación, salud, infraestructura y protección del medio ambiente.

Pienso que el papa haya demostrado mucha consonancia, ¿verdad?
-- Òscar Arias: Mucha consonancia, sí, me indicó que diría algo al respecto y esto tendría un significado sumamente importante.

Pocas semanas atrás fue la vigilia de ayuno y oración por la paz en Siria ¿Qué significado tuvo en el panorama internacional?
-- Óscar Arias: La del papa es una voz con una fuerza moral muy grande, que llega a todos los cristianos y católicos de mundo y los hace pensar, y me parece sumamente importante que el santo padre se pronuncie sobre temas controvertidos y que asuma una posición.
El santo padre denunció recientemente que las lobby de las armas están por detrás de los conflictos como el de Siria
-- Óscar Arias: Así es, los gobiernos han siempre puesto las utilidades de las empresas por encima de los principios, quizás el santo padre pueda cambiar esto y hacer que sean los principios los que se antepongan a los intereses económicos.

El gobierno de Estados Unidos estaba muy decidido a realizar un ataque-castigo, ahora en cambio no, y está intentando salvar la cara. La toma de conciencia que realizó el papa fue decisiva o existieron también otros factores
-- Óscar Arias: Pienso que no, porque la decisión que tomó el presidente Barack Obama creo que fue antes de que el papa se pronunciara. Lo que más influyó en la decisión tomada por Washington fue que la Casa Blanca no tenía los votos en el congreso. Podría haberlos obtenidos en el senado pero no en la cámara baja.
Influyó también que la opinión pública norteamericana estaba muy en contra de la idea que el presidente bombardeara Siria. Tuve la oportunidad de ver varias encuestas que se publicaron y después de Afganistán e Irak los norteamericanos estaban muy opuestos, muy escépticos sobre una nueva intervención. Mismo si el presidente decía que era limitada, porque se sabe que las intervenciones limitadas tienen lo que ellos llaman 'daños colaterales', un eufemismo para denominar las muertes de civiles cada vez que hacen un bombardeo o lanzan un cohete desde una nave en el Mediterráneo.

Es posible un diálogo o habrá que esperar que los participantes en el conflicto se desangren antes de que inicie el mismo
-- Óscar Arias: Yo he venido proponiendo esto, que debe haber un diálogo que lleve a una negociación y me dio mucho gusto que el Vaticano tenga una propuesta similar.
La verdad es que los Estados Unidos son muy dados a usar la fuerza militar en primera instancia, son demasiado impacientes para esperar el inicio de un diálogo o propiciar que sea la diplomacia la que busque el camino para silenciar las armas. Esto fue los que sucedió en Centroamérica en los años 80 cuando fue mi presidencia. Yo se lo decía al presidente Mijail Gorbachov y al presidente Ronald Reagan, quienes estaban en contra de una salida diplomática y querían ambos una victoria militar.
El diálogo produce milagros. Con humildad y capacidad, sabiendo que uno no siempre tiene la verdad, que a veces hay que ceder, entendimos que podríamos con mucha flexibilidad llegar a ponernos de acuerdo sobre un plan de paz, pero el primer paso era establecer un cese de fuego. En Siria sucede algo muy parecido, hay que luchar por un cese de fuego que permita una negociación, una negociación que conduzca elecciones libres supervisadas internacionalmente, el año próximo.

Costa Rica no tiene ejército, ¿puede haber un país sin ejército, sirve un ejército?
-- Óscar Arias: A veces se necesita un ejército, sin duda alguna, no es una receta universal, no es una utopía, tampoco es algo irrealizable, ya lo hicimos los costarricenses hace 63 años. Y muy poca gente sabe de que Panamá tampoco tiene ejército, que logré convencer al presidente Guillermo Endara a inicios de los 90 para que reformara la Constitución para acabar con el ejército, y poca gente sabe que el presidente Jean Bertrand Aristide también abolió el ejército, no modificando la Constitución pero quitando la paga a los soldados. Esto que hemos hecho en América Latina se podría replicar en algunos países de África o Asia. No de manera general porque claramente no se puede pedir que disuelva su ejército a un país que tiene conflictos territoriales, de fronteras, divisiones étnicas, que está amenazado o por terroristas o rebeldes armados. claramente no se puede. Pero hay países como Costar Rica, Haití o Panamá que no tienen esos problemas.

El diferendo limítrofe con Nicaragua, ¿cómo ha quedado?

-- Óscar Arias: Eso está en la Corte Internacional de la Haya. Justamente un país que no tiene Ejército tiene que acudir al derecho internacional, es allí donde se deben dirimir los conflictos y eso es lo que hemos hecho. (Fuente: Zenit.org)

 

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