Chimbote en Línea.- La postura progresista del Papa Francisco no va a alcanzar a los dogmas referentes a la indisolubilidad del matrimonio. Por lo menos es lo que deja en claro un comunicado del Vaticano, que informa sobre la creación de la Comisión Especial de Estudio para la Reforma del Proceso Matrimonial Canónico.

Actualmente, los católicos sólo pueden casarse por la iglesia una única vez en la vida. En caso de divorcio, en la Iglesia Católica, no se puede más contraer matrimonio, ni que los divorciados reciban la comunión en las celebraciones católicas.

Los trabajos de esta nueva comisión van a comenzar en breve, informa la agencia Vatican News, y su objetivo es preparar una propuesta de reforma del proceso matrimonial para simplificar el procedimiento, agilizándolo y salvaguardando el principio de indisolubilidad matrimonial.

}La Comisión será presidida por el arzobispo Pio Vito Pinto, decano del Tribunal de la Ruta Romana y sus miembros serán: el cardenal Francesco Coccopalmerio, presidente del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos, los arzobispos Luis Francisco Ladaria Ferrer, SJ, secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe y Dimitrios Salachas, exarca apostólico para los católicos griegos de rito bizantino, los monseñores Maurice Monier, Leo Xavier Michael Arokiaraj y Alejandro W. Bunge, prelados auditores del Tribunal de la Ruta Romana; los padres Konstanc Miroslav Adam, O.P., rector magnífico de la Universidad Pontificia Santo Tomás de Aquino (Angelicum) y Jorge Huerta Espinoza, OFM, decano de la Facultad de Derecho Canónico de la Universidad Pontificia Antonianum y el profesor Paolo Moneta, ex-docente de Derecho Canónico en la Universidad de Pisa (Italia).

El Papa Francisco ya había afirmado a la prensa internacional que "el matrimonio cristiano es un pacto permanente entre un hombre y una mujer”. Él habría hecho esta declaración para explicar una llamada telefónica realizada, en 2013, a una mujer argentina, cuyo marido, divorciado, dijo a la prensa que el propio Papa le había autorizado a comulgar inclusive con su situación matrimonial irregular, de acuerdo con los dogmas católicos.

El portavoz del Papa, padre Federico Lombardi, habría confirmado que la llamada telefónica ocurrió. Jaqueline Lisbona escribió al Sumo Pontífice contando su angustia porque el párroco Sergio Tofful dijo que no le podía dar la comunión porque estaba casada por civil con un divorciado, Julio Sabetta, que ya había sido casado antes en lo religioso. Sabetta contó por Facebook y después a la prensa que el Papa llamó a su casa y consoló a la esposa, diciendo que ella no hacía mal en comulgar. (Fuente: http://site.adital.com.br)