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En busca de una mejor identidad nacional

Chimbote en Línea (Periodismo escolar) En la actualidad, nosotros lo jóvenes, estamos expuestos a muchos cambios sociales como lo es la globalización de los medios comunicativos, los cuales se entienden como programas de televisión, internet, redes sociales, etc.  Considero que todo ello nos hace estar en un cambio constante de identidad, vale decir, no darle un adecuado valor a lo nuestro. Y en efecto, terminamos por adaptarnos y seguir con devoción formas culturales que no son propias de nuestra realidad.

Más aún,  cada día nos exponemos a cambios constantes y los adolescentes  tratamos de adaptarnos; sin embargo, en la mayoría de los casos,  lo adaptamos como parte de nuestra identidad cultural. Como adolescentes y jóvenes debemos saber que estos procesos de cambio y aceptación, tienen un nombre: aculturación y transculturación.
El sociólogo Marcos Valdés, nos dice que la aculturación tiene en cuenta siempre un “contacto entre dos culturas distintas. Las culturas que entran en contacto, al menos una deviene en un proceso constante de absorción de formas culturales exógenas y, que, a su vez, este comportamiento simplemente es leído como proceso de desestructuración social y cultural.”

De lo anterior se entiende que el concepto de aculturación, hace referencia a una imposición; hecho que se logra, desde mi entender, a través de la fuerza. La cultura dominada, en efecto, se ve obligada asumir muchos de los elementos culturales foráneos, en la mayoría de los casos extirpando toda forma de manifestación cultural anterior.
Por otro lado, la transculturación es el proceso mediante el cual se somete a una persona o a un grupo de estas para aceptar la cultura impuesta, es un proceso que puede durar años, incluso siglos.

El sociólogo Fernando Ortiz Fernández (1881–1969), nos dice que este fenómeno de la transculturación se puede dividir en distintos tipos. Así, está la colonización, la inmigración, el renacimiento o la recepción a distancia.

Cualquiera de estas modalidades da lugar a que esa adopción de formas culturales se haga palpable en distintos ámbitos de la sociedad. De esta manera, lo más frecuente es que esos cambios sean apreciables de forma más palpable en el idioma, en la forma de vestir, en materia cultural o incluso a nivel profesional. En consecuencia, podríamos afirmar que lo que están viviendo los adolescentes y jóvenes es una nueva forma de transculturación, cimentada bajo el camuflaje de la economía neoliberal.

Cabe recalcar que en el pasado ambos procesos se dieron con el ejercicio de la violencia y las armas, mientras que, en la actualidad, aceptamos diversas formas culturales y las integramos sin perjuicio; debido a que constantemente estamos siendo seducidos y bombardeados por la televisión, la internet y todos medios que son engranajes de este sistema globalizado.

Los jóvenes somos quienes estamos más expuestos a estos procesos; y no es que haya algo de malo querer incorporar nuevas tendencias foráneas, sino que el error se encuentra cuando tratamos de remplazar nuestras raíces, nuestras costumbres, creencias y tradiciones, por estas tendencias culturales que aparecen debido al mundo globalizado en el que vivimos.

En conclusión, los adolescentes y jóvenes debemos apreciar mejor nuestra cultura peruana. Debemos valorarla, tanto como a nosotros mismos, pues es aquello que nos identifica y lo que nos convierte en parte de esta tierra que nos ha visto nacer.

ALUMNA: María Fernanda Hoyos
GRADO Y SECCIÓN: 2 de secundaria
ASESOR: Prof. Juan Carlos Alfaro Valverde