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Chimbotanos de Allpa Kallpa se reencontraron: la amistad y la Fuerza de la Tierra

Chimbote en Línea.- Hay en la nobleza de la amistad,  valores  que pueden permitirnos superar el tiempo y la distancia para acercarnos por encima de sus barreras naturales. Esta es la experiencia de los integrantes del grupo Allpa Kallpa que, hace unos días, protagonizaron un concierto de reencuentro en el auditorio de la Universidad Nacional del Santa.

Recordados exponentes de una década de oro en materia de música folklórica, el grupo Allpa Kallpa (“La fuerza de la Tierra”) se formó en Chimbote en 1988 y se caracterizó por ejecutar composiciones propias. Eran éstas, canciones de amor fruto del romance juvenil o de cuño social en el entonces convulsionado Perú, azotado por el terrorismo y la represión.  Varios de estos temas volvieron a escucharse, después de dos décadas junto a nuevas canciones demostrando que la pluma no se quedó dormida.

Tal como lo testimonian, se vieron obligados a emigrar al extranjero en busca de mejores oportunidades, sin perder ni dejar de amar la música ni su país.  La dureza de la vida y la realidad adversa que enfrentaron finalmente separaron al grupo pero no pudieron con la amistad ni la alegría, aquella que derrochan al volver a estar juntos muchos años después y en su propia tierra.

Fernando Montenegro Vivar, ahora residente en Brasil,  director del grupo, fue uno de los promotores para la realización de este reciente sueño de Allpa Kallpa,  que volvió a reunir a Vicente Méndez, Melvin Burgos,  Marcos Motonari y Luis Sandoval; los dos últimos venidos de Venezuela y Estados Unidos. Fernando citó también a René Corro, ausente por problemas de salud; a Samuel Castillo, quien tuvo que regresar a Alemania, por motivos de última orden; y a Edwin Alejos , quien era apenas un niño en los años dorados del grupo y esta vez los acompañó con profesionalismo cumpliendo un sueño de fan.

Aquellos chicos de Allpa Kallpa, hoy hombres maduros, están llenos de historias, anécdotas, experiencias, de sueños y un gran talento que están dispuestos a seguir regalando con sencillez.

La Fuerza de la Tierra que los llevó a unirse se impactó con la realidad de la inevitable separación de sobrevivencia; pero, esa misma fuerza los volvió a reunir para sentir una vez más la emoción de cantar con el alma, para su gente, su país, su tierra.