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Opinión: Influencia de programas de dibujos animados en la educación de los niños

Chimbote en Línea.-  Si nos ponemos a analizar bien el comportamiento de los niños en la casa, en el colegio y en la calle nos daremos cuenta que muchos ya manejan un lenguaje bastante vulgar y grosero, y se comportan de una manera violenta y a veces fantasiosa. Pero seguramente usted se preguntará  qué relación existe entre el título y las consecuencias que ya he mencionado, pues bien, los programas animados determinan muchas veces los aspectos físicos y psicológicos de muchos niños y niñas que los miran.

Cuando observamos nuestra sociedad vemos que por ejemplo en el colegio muchos niños actúan con violencia en sus relaciones, a veces prefieren pasar horas viendo televisión en vez de hacer deporte o estudiar, lo que influye en su comportamiento y forma de pensar pues la fantasía que se les presenta, muchas veces hace que no vean la realidad tal cual, que no acepten la consecuencia de sus acciones o dejen de estudiar, lo que determina que en un futuro se conviertan en ciudadanos inconscientes, irresponsables y violentos en algunos casos.

Seguramente usted conoce o si no lo sabía, que los medios de comunicación tiene dos funciones esenciales: informar y entretener; pues entonces no hay norma ni ley que obligue a las empresas televisivas a trasmitir en sus canales programas educativos para los pequeños de la casa y por tanto no hay forma de reclamar si es que usted ya piensa echarle la culpa a los medios de comunicación.

Más allá de si deben o no educar los programas animados para los niños son los padres quienes tienen la responsabilidad y posibilidad de elegir qué programas pueden ver sus hijos y cuáles no y si vemos el problema desde esta perspectiva encontraremos que a muchos padres y madres no les interesa mucho este tema y hasta muchos consideran que es una manera de “librarse” por un momento de sus hijos.

Luego vienen los lamentos, las culpas y los por qué, cuando vemos a una sociedad cada vez más degenerada, violenta e inmadura, y como suele decirse: “Es bueno tener la cabeza abierta, pero no tanto como para que se nos caiga el cerebro”; es bueno dejar volar nuestra imaginación y crear, ver o asimilar mundos ficticios pero siempre aceptando la realidad y poniendo los pies en la tierra.

Los padres  deben ser conscientes de este problema y actuar, la televisión y fantasía son buenas, pero todo en exceso es malo, si queremos el desarrollo de nuestra hijos(as) que conforman nuestra sociedad y por ende nuestro querido país.

ALUMNO: MARIO PEDREROS CARBONEL
GRADO: CUARTO
I.E : SAN JACINTO
PROFESOR ASESOR: ALBERTO MALABRIGO FLORES