Chimbote en Línea.- En reiteradas ocasiones se ha escuchado decir que, para trascender en esta vida se tiene que “Sembrar un árbol, tener un hijo y escribir un libro”. Es una especie de misión que no todos pueden tener el lujo o gusto de hacer realidad, y no porque no nos plazca en realizarlo sino, creo yo, porque en el devenir incesante de nuestra rutina diaria optamos por realizar otras cosas, o tal vez suponemos, que es lo que cada quien elige hacer.

El adagio dividido en tres segmentos <árbol, hijo, libro> nos lleva, inequívocamente, al analisis breve, donde identificamos que es nuestro entorno inmediato, el terruño, en lo cotidiano y cercano; y, el universo, en lo general. Luego, vemos que se refiere al derecho a la supervivencia, la prolongación de la estirpe y el concepto de la familia. Y, finalmente, la acción suprema de nuestro mundo emocional, el desarrollo sostenible de nuestro intelecto, la manifestación serena de nuestra propia memoria pensando en el futuro.

Memorias de Chimbote

Chimbote, verá pronto la presentación de un nuevo título, a través de la edición de la Obra “Historias no contadas de Chimbote (Memorias)”. Un libro que nace de las románticas ensoñaciones de Segundo Tadeo Sánchez Sánchez, un joven nacido en esta cálida zona costera, quien  libera un cúmulo de recuerdos descifrando su infancia, adolescencia, juvetud y madurez, a través de situaciones semirurales y citadinas, entre callejuelas, plazas y parques, entre el aura marino y el frescor del herbazal aledaño. Segundo Sánchez, no es propiamente un cronista de época, pero, suple con creces esa formalidad dándole a su narración un toque más contemporáneamente campechano.

En general, todos somos testigos de los cambios que hay en nuestra casa. Tal vez, en la ocasión en que cambiaron los muebles de junco de la 'abuela' por los modernos con fibra de carbón o cuando cambiaron la fachada tarrajeada de la casa por uno de cerámica marmoleada. Pero, muy pocos guardan con detalle minucioso los cambios que ocurren en el barrio y mas aún en una ciudad. Pues, bien, Segundo Sánchez, ha podido retrotraerse en esa esfera de hechos pasados; irse a etapas pretéritas, recuperando la memoria de nuestra ciudad. Cosas de una simplesa natural son presentadas de forma minimalista, con cierto humor a tributo, con cierto valor retributivo que va de la calesita de antaño a la gran ciudad de hoy.

Lectura chimbotana

Entonces, la lectura pasa de una manera muy dinámica. No hay que ir al 'mataburro' para descrifrar con agrado lo escrito. Una narración libre, espontánea, sencilla y natural. Narrar historias de Chimbote siempre tendrán un encanto especial; y, de alguna manera íntima. Eso lo deja claro, Segundo Sánchez, quien trasunta este grupo de historias desde una perspectiva más intimista, tanto así, como por lo evocativa.

Segundo Sánchez, nos describe tópicos diversos, de ese modo expone cómo la población que iba forjando la ciudad de Chimbote fue transitando en lo Musical, y sus grupos musicales. Los éxitos que hacían que otros lares se oiga y se hable de nuestro Puerto. La cinemanía, la gastronomía, los locales de divertimento, las tradiciones y los personajes que iban poblabdo esta jurisdicción son tomadas en esta obra por este novísimo escritor.

También hay menciones y detalles del ámbito deportivo y educativo con deliciosas y afortunadas remembranzas. Asimismo, se recrea con justeza la labor comunicacional del último medio siglo en cuanto a medios de comunicación masiva respecta en Chimbote. Luego, todo un segmento dedicado a homenajear a la familia Chimbotana.

Son 212 páginas llenas de nostalgia y jolgorio, páginas donde se respira identidad y cariño al terruño. Una publicación que tiene el respaldo de Ornitorrinco Editores, de Ricardo Ayllón Cabrejos, que sigue apostando por la buena lectura chimbotera. El diseño de la cubierta, pertenece a Juan López Morales, y, la foto del autor y el colofón son inspiración de César Sánchez Lucero. ¡A leer!.

Por: Oscar Chávez Pariona (Periodista/Colaboración)