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¡Mujer qué grande es tu fe, que se cumplan tus deseos!

Chimbote en Línea (Por: Fr. Héctor Herrera)  El enfrentamiento bélico lanzado por Israel contra la Franja de Gaza no forma parte de una guerra, sino de una "masacre inútil" que nada colabora con la paz en la región y alimenta el odio entre israelíes y palestinos, denunció el patriarca emérito de Jerusalén de los Latinos, Monseñor Michel Sabbah. 

Según agregó, los "medios para alcanzar la paz sólo pueden ser medios pacíficos. Desde hace sesenta años, estamos viendo que las guerras, las armas, las masacres son incapaces de obtener cualquier tipo de paz".

Derecho y justicia, claman los gritos de las madres con sus hijos muertos en sus brazos,  para que hagamos de la humanidad un templo de oración y de defensa de la vida, como nos presenta el profeta Is 56,1.6.7 al Dios que ama, quiere la vida y la defensa del pobre.

Jesús nos presenta hoy a ese Dios que ama la justicia y el derecho y que trae la salvación para todos, nos dice: Mt 15,21-28. Jesús va al país de Tiro y Sidón y le sale al encuentro una mujer cananea que pide la sanación de su hija: “Señor, Hijo de David, ten compasión de mí” (v.22). Se entabla un diálogo entre Jesús y la mujer, en presencia de sus discípulos. Él le dice: “No está bien quitar el pan a los hijos para echárselo a los perritos. Y ella replicó: “Señor, pero también los perritos comen las migajas que caen de la mesa de sus dueños” (vv.27-27)”.

Los discípulos quieren deshacerse de ella, porque lo incomoda. Sin embargo, Jesús quiere darles una lección a ellos y a nosotros. Esta mujer que no pertenece a Israel, se comporta mejor que los judíos: admira la fe de esta mujer, con su insistencia es capaz de llegar al corazón de Dios, porque sabe que Él es capaz de liberarla del poder del mal: ¡Mujer que grande es tu fe, que se cumplan tus deseos! (v.28).

Jesús quiere darnos una lección: podemos llegar al corazón de Dios y liberarnos del demonio de la injusticia,  la muerte,  la violencia,  la falta de diálogo, escuchar y atender el clamor de los pobres, hacer la vida más humana y más digna. Porque Él es el Dios del amor y de la compasión que acompaña a su pueblo y le descubre la verdad. “Nada hay oculto que no llegue a descubrirse” (Mc. 4,22).

El patriarca latino Mons. Michel Sabbah, refiriéndose al conflicto Israel-Palestina, dice que "la única manera de salir de la espiral de la violencia y la destrucción es abordar la cuestión de fondo, que es la ocupación israelí de los territorios palestinos", y avizoró que habrá paz y seguridad "sólo cuando Israel reconozca la libertad y la soberanía del estado palestino". "Pero tal vez -señaló- es por eso que tenemos que esperar a una nueva generación de líderes israelíes. Los líderes actuales creen sólo en la fuerza militar. Tienen armas sofisticadas para matar, y no la fuerza para hacer la paz".

Creer en la fuerza de la oración y hacer todas las gestiones diplomáticas, políticas y jurídicas, como lo ha expresado el Papa Francisco; porque la oración, es capaz de tocar el corazón de Dios y que éste toque el corazón de la humanidad, para permanecer unidos por la fe y la búsqueda de la justicia para que la vida se respete como un don de Dios. Dios es un Dios cercano que nunca olvida el dolor de los pobres y nos anima, nos alienta en la fe: creer en Jesús, Señor de la vida, es amarla, protegerla y defenderla. 

DOMINGO 20 T.O. CICLO A. D. 17.08.2014. MT. 15,21-28