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Los padres deben controlar sus emociones frente a sus hijos para evitar trastornos mentales

Chimbote en Línea (Salud) Los padres deben controlar sus emociones frente a sus hijos y también comunicarse, estar atentos y vigilantes de las conductas inadecuadas que ellos puedan presentar (mentiras frecuentes, coger cosas ajenas sin permiso, crueldad frente a animales, agresividad hacia las personas, falta de arrepentimiento y de enmienda) porque podrían ser indicadores de un trastorno disocial, señaló el Méd. Psiquiatra Horacio Vargas Murga, director adjunto del Instituto Nacional de Salud Mental “Honorio Delgado – Hideyo Noguchi”.

El especialista indicó que los trastornos disociales se manifiestan generalmente después de los 6 años, edad en que se empieza a desarrollar la conciencia moral y la capacidad para distinguir lo bueno y lo malo. Antes de esa etapa, el niño actúa de acuerdo a los que le indican sus padres.

Advirtió que los estilos de crianza permisivos propician que el niño no desarrolle principios ni valores. Dijo que el tejido social está sufriendo de un consumismo rápido, lo que está afectando al núcleo familiar. Los padres se comunican poco con los hijos, el contacto e interacción también se está perdiendo en los hogares.

“Los niños nacen con una situación de dependencia y experimentan frustración y cólera cuando se sienten abandonados. Una madre que protege y comprende le brinda calma. Se tiene que criar con amor y comunicación para cultivar la confianza y el afecto. Los padres no deben perder autoridad ni ser muy complacientes. Cuando no se ponen límites el niño se acostumbra a conseguir todo lo que quiere, pierde el respeto por los demás y cree que todos deben estar a su disposición”, resaltó.

Parricidio

Diversos estudios revelan que el 75 por ciento de los parricidas podrían tener antecedentes de Trastorno Negativista Desafiante, es decir, tendencia a realizar berrinches frecuentes, como una conducta de desafío a las figuras de autoridad. Estos actos se manifiestan desde la niñez generalmente entre los 2 y 3 años de edad y empeoran en el tiempo. Si no reciben tratamiento, cerca del 25 por ciento puede proseguir con un trastorno disocial.

Señales de conductas disociales

Algunas señales de conductas que presentan los hijos son: no respetan normas con frecuencia, mienten con facilidad, toman cosas ajenas, destruyen objetos, maltratan a niños menores o animales y no tienen remordimientos. (Miniisterio de Salud)