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El caso de las ambulancias sobrevaloradas en 45% en Áncash

Chimbote en Línea (Anticorrupción) Informe Diario La República.  Con la ayuda de la Contraloría el fiscal anticorrupción José Checa destapó la adquisición sobrevalorada de 79 ambulancias que ni siquiera sirven para prestar servicios. César Álvarez denunció a Checa ante el fiscal Carlos Ramos Heredia, quien ha pedido su expulsión. Esto no le debería suceder a un fiscal que destapa casos de corrupción. Es un pésimo síntoma.

Como fiscal provincial especializado en delitos de corrupción de funcionarios, José Checa Matos recibió información sobre la presunta sobrevaloración en la compra de 79 ambulancias por el Gobierno Regional de Áncash por 16 millones 953 mil soles. El contrato se firmó bajo la presidencia de César Álvarez Aguilar. Checa se puso a trabajar de inmediato.

Al mismo tiempo la Contraloría General de la República investigaba la adquisición de las ambulancias, cuyo informe final a pedido suyo fue enviado al despacho del fiscal José Checa.

El organismo fiscalizador contrató al ingeniero mecánico Luis Méndez La Torre, quien remitió un informe devastador.

De acuerdo con el reporte pericial, ninguno de los 79 vehículos estaba en condiciones de emplearse como ambulancia debido a que habían sido acondicionadas irregularmente y en consecuencia eran una amenaza para la vida, el cuerpo y la salud de los eventuales pacientes.

El ingeniero mecánico Luis Méndez encontró algo más increíble. El Gobierno Regional de Áncash compró cada ambulancia a un costo unitario de 214 mil soles, pero el valor en el mercado del mismo vehículo era de 118 mil soles.

Esto es, por  cada ambulancia César Álvarez abonó 45 por ciento más de su verdadero valor, lo que arroja un pago en exceso de 7 millones 584 mil soles.

El fraude según la Contraloría comenzó con la fijación de un precio referencial inflado para cada ambulancia.

“Álvarez desembolsó 214 mil soles por un vehículo que no era una ambulancia. Era una camionetita Nissan a la que extrajeron la tolva y en su lugar instalaron un cajón que parecía un carrito de heladero. Según el perito de la Contraloría, no solo se trata del precio de la transformación de un vehículo en ambulancia, sino que implica un riesgo para las personas debido a la inestabilidad dinámica, la desalineación y fallas mecánicas derivadas de la manipulación de las estructuras. Por eso el perito indica que el precio de esos vehículos como chatarra sería de 38 mil soles”, explicó el fiscal José Checa Matos con los informes del perito de la Contraloría.

La empresa que firmó contrato con Álvarez fue Nissan Maquinarias.

NADIE ME TOCA

El caso de las ambulancias fue denunciado por el fiscal José Checa el 16 de abril del 2010 ante el Juzgado Penal Provincial de Huaraz, a cargo del magistrado Ricardo Henostroza Duque. Recién después de ocho meses, Henostroza resolvió abrir instrucción por el presunto delito de peculado  y negociación incompatible y aprovechamiento contra el presidente de la Región Áncash, César Álvarez, y otros 20 funcionarios bajo sus órdenes.

“El tema de la compra de las  ambulancias lo respondimos con documentos y pruebas. Además, ese caso ha sido archivado porque no me han encontrado ninguna irregularidad”, declaró César Álvarez a La República.

“No es cierto, señor Álvarez. El caso todavía está en el Poder Judicial”, le indicamos.

“Bueno, sí, pero se va a archivar porque no hay fundamento”, contestó.

“Sí hay pruebas, señor, como por ejemplo un peritaje de la Contraloría que concluye que las ambulancias no sirven y tuvieron un costo sobrevalorado”, le informamos al presidente de la Región Áncash.

“Ese peritaje no sirve”, fue la respuesta de Álvarez.

Después de haber sido denunciado por el fiscal José Checa, César Álvarez, que acusaba a este de persecución política, le hizo la vida imposible a la autoridad. No se quedó de brazos cruzados.

“A raíz de la denuncia por el caso de las ambulancias recibí una avalancha de quejas por parte de César Álvarez ante el Control Interno del Ministerio Público basadas en falsas imputaciones. Sin embargo, recibí el respaldo de la entonces  fiscal de la Nación, Gladys Echaíz. A toda costa Álvarez intentó que me sacaran de la Fiscalía Provincial Anticorrupción porque me había convertido en una piedra en el zapato”, relató el fiscal José Checa.

Para defenderse, el presidente de la Región Áncash desató por la prensa que lo apoyaba campañas de desprestigio y movilizó a sus partidarios y pobladores en contra de la autoridad que investigaba la corrupción.

“Cuando llegué a la fiscalía, había más de 200 denuncias sobre corrupción y nadie había movido nada. Yo empecé a trabajar a fondo y escogí el caso de las ambulancias que me pareció lo más escandaloso en ese momento. ¿Qué hizo Álvarez? Desató una campaña de demolición contra mi persona apoyado por algunos medios de comunicación que estaban a su servicio.

Coincidentemente, varios publicaban avisos pagados por la región. Pero, además, organizó decenas de marchas y plantones con el argumento de que los fiscales anticorrupción estábamos en contra de las obras públicas del gobierno regional. El verdadero motivo es que yo denuncié a Álvarez y otros funcionarios por varios casos de presunta corrupción”, explicó Checa.

En evidente demostraciones de desprecio, César Álvarez Aguilar jamás concurrió a las citaciones de los fiscales anticorrupción. Creía que por tener respaldo popular en las ánforas eso le daba licencia para la impunidad.

“En todas mis investigaciones cité en varias oportunidades a César Álvarez,  pero  nunca vino. Se burlaba. Se creía el todopoderoso. Pensaba que nadie lo podía tocar. Mi pecado como fiscal fue haber investigado actos de corrupción contra Álvarez”, indicó José Checa.

Como ocurrió con otras autoridades que lo investigaron o denunciaron, César Álvarez buscó el pretexto perfecto para zafarse del fiscal José Checa.

EL VIEJO TRUCO

En octubre del 2011, el fiscal Roshan Melgarejo Valenzuela, informado de la existencia de un vehículo de la Región Áncash en el que supuestamente se trasladaba dinero para repartir entre los pobladores que protestaban contra los fiscales anticorrupción que investigaban a César Álvarez, intervino la camioneta y no encontró nada.

Álvarez aprovechó la oportunidad para denunciar a José Checa, jefe inmediato de Roshan Melgarejo, ante Control Interno del Ministerio Público, a cargo de Carlos Ramos Heredia, a quien se le atribuye amistad con el presidente de la Región Áncash.

Ramos suspendió en el cargo a Checa y ordenó el recorte de sus haberes por ocho meses. Sin embargo, en el 2012, la Junta de Fiscales Supremos revocó el mandato de Carlos Ramos y lo autorizó a retornar a sus labores  pero como fiscal  penal  hasta que se resuelva la investigación en curso. Pero Carlos Ramos ha insistido en reclamar la destitución de Checa, el fiscal que destapó la corrupción en el Gobierno Regional de Áncash.

Álvarez defendió hasta el final la compra de las ambulancias.

Dijo a La República: “La Contraloría en ningún momento dijo que la compra está sobrevaluada. Sólo dice que hay fallas. Además, son las ambulancias más baratas compradas por otras regiones o el Ministerio de Salud. ¡Las más baratas!”.

Fiscales sancionados por tocar a César Álvarez y apoyar a colega

El fiscal José Checa también denunció a César Álvarez por haber firmado un convenio con la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) para que licitara las obras públicas  de la Región Áncash. Con la OEI Álvarez evitaba la fiscalización de la Contraloría.

Por investigar presuntos casos de corrupción de Álvarez, el presidente de la Junta de Fiscales Superiores de Áncash, Marco De La Cruz, y los fiscales Roshan Melgarejo y Ricardo Magde fueron sancionados con suspensiones y recortes de hasta el 25 por ciento de sus haberes.

Por apoyar a Checa, los fiscales Edward Suárez, Rocío Pérez, Elvio Núñez, Nancy Figueroa, Carlos Barboza, Ruth Gonzales, Yoel Valverde, Percy Segura, Rolando Trejo y Brady Aguirre fueron sancionados. (Por: Doris Aguirre, Huaraz. Enviada especial)

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