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El samurai japonés que podría ser santo (Video)

Chimbote en Línea (Cuestión de Fe).- En su catequesis sobre el bautismo, el Papa explicó el ejemplo de los católicos japoneses perseguidos en el siglo XVII.

FRANCISCO
"No quedó en Japón ningún sacerdote: todos fueron expulsados. La comunidad permaneció en la clandestinidad, conservando la fe y la oración mientras permanecían ocultos”.

Uno de esos japoneses que sufrieron la prohibición del cristianismo fue Ukon Takayama, el samurai de Cristo. La Conferencia Episcopal Japonesa ha presentado en Roma la documentación necesaria para abrir su causa de beatificación.

MONS. JOSEPH MITSUAKI TAKAMI
Obispo de Nagasaki (Japón)
"Él ha dado un gran testimonio de la fe cristiana durante el periodo de la persecución de Japón, en la historia del cristianismo de Japón, podemos decir. Primero, mantuvo su fe sin duda alguna, sin dejarse embaucar por ninguna riqueza temporal, siguió a Jesucristo en todas las circunstancias y vivió una vida cristiana siguiendo el Evangelio”.

Takayama nació en Osaka en 1552. Su familia se convirtió al catolicisimo y construyó la primera iglesia de Kyoto. Pero cuando el emperador Toyotomi Hideyosi prohibió "la religión de Occidente” y quiso expulsar a los jesuitas en 1587, la familia de Takayama Ukon no obedeció y prefirió ser fiel a la fe. Por eso, él murió en Filipinas en 1615. Para los obispos japoneses, la vida de este samurai es un ejemplo también válido para hoy.

MONS. JOSEPH MITSUAKI TAKAMI
Obispo de Nagasaki (Japón)
"Se le pidió que dejara su fe pero Takayama Ukon prefirió no abandonarla sino que prefirió perder su estatus social, su riqueza, sus territorios, su castillo, todas sus propiedades las abandonó, fue además expulsado. Muchos de los valores que tenía son muy válidos para nosotros hoy en día”.

Actualmente hay medio millón de católicos en Japón, el 0,5 por ciento de la población. Los jesuitas en el siglo XVI fueron los primeros misioneros que llevaron la fe al país del Sol Naciente. Entre ellos, algunos tan conocidos como San Francisco Javier, patrón de las misiones. (Fuente: Romereports)