Chimbote en Línea (Cuestión  de Fe).- En el Vaticano, las audiencias dan pie a una curiosa reunión de personas de todo el mundo. Jóvenes, familias, niños y hasta recién casados se dan cita los miércoles a las 10,30 en la plaza de San Pedro para escuchar lo que el Papa quiera transmitir a quienes vienen a verlo un poco más de cerca. 

“De la residencia de Burgos Barrante”
“Nacido en Inglaterra pero vivo ahora en Canadá.”
“Nací en Canadá y vivo en Canadá”
“Colorado, Estados Unidos”

El calor del verano y las multitudes son algunas de las sorpresas que asombran a los visitantes. Y en esta ocasión a alguno le han jugado una broma un tanto peculiar.

“Bueno, me trajeron aquí bajo la impresión de que íbamos a tener una audiencia privada con el papa. Privada como de 200 personas. Llego aquí y hay miles de personas, pero, obviamente yo pensaba que íbamos a avanzar toda la fila hasta un cuarto privado con el Papa. No sucedió esto. Fue muy buena, pero no privada”.

Los ánimos suben al mismo tiempo que la temperatura. La plaza de San Pedro puede albergar a más de 50 mil personas y bajo un sol de 33 grados, a veces no todo es color de rosa.

“Tuve que decirle una pequeña mentira porque hace mucho calor y no estaba segura de si iba a estar tranquilo sabiendo que estaríamos entre las “45 millones” de personas que estaban en la audiencia. ¡Pero todo resultó bien!”.
“Y también me dijo que tenía que llevar pantalones largos, una chaqueta y tal vez un sombrero. Estaba vestido como el payaso Bozo cuando salí del hotel. No me sentaba nada bien”.

Las audiencias papales se viven en una atmósfera de música, alegría y sobre todo, muchas risas. Incluso el Papa, en la primera audiencia de septiembre, exhortó a los jóvenes a gritar para escucharlos y saber si le estaban prestando atención.  (Fuente: Romereports.com)