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San Pedrito: un intrépido pescador de hombres (Mensaje del Obispo de Chimbote)

Chimbote en Línea (Mensajes del Obispo).- Junio es el mes de Chimbote. La figura de San Pedrito convoca a todos los hijos de este puerto y a todos aquellos que habiendo nacido en él hoy viven en otras partes del país e incluso fuera de él.

Es una tradición en todos los pueblos del Perú celebrar a lo grande la Fiesta Patronal, preparada siempre con ilusión por los lugareños y por las colonias asentadas en otras ciudades. Chimbote no tiene muchas tradiciones, sin embargo la fiesta y feria de San Pedrito, son conocidas a nivel nacional. Es un activo importante. Deberíamos ser conscientes que esto nos obliga a mejorar año tras año. Todos y todas las instituciones están llamadas a poner lo mejor de sí para que todo discurra con normalidad. La delincuencia, la reyerta, el sicariato y un largo etcétera son una amenaza permanente.

San Pedrito es un personaje entrañable. En él nos sentimos fotografiados cada uno de nosotros. Amaba con todo su corazón a Jesús y había abandonado su trabajo y su familia para seguirlo. Jesús conocía su alma generosa y por eso lo convocó al círculo de los íntimos y lo constituyó cabeza de los Doce.

Sin embargo se fiaba de sí mismo, era arrogante y vanidoso. El juró que no abandonaría al Señor aunque todos lo abandonasen.

Cuando en el Palacio de, Caifás es identificado como Apóstol, el miedo a correr la misma suerte que su Maestro, lo empuja a renegar de él. El Evangelio nos dice que en el trasiego de aquella noche, Jesús lo miró y al punto brotaron de los ojos de Pedro abundantes lágrimas de arrepentimiento. Así somos los seres humanos. Nuestro corazón quisiera ser fiel, pero nuestra debilidad nos conducen al pecado.

San Pedro a pesar de todo fue convocado por Jesús para que abandonando el mar de Galilea, llegase a ser un intrépido pescador de hombres.

Chimbote, no puede desconocer esta figura. San Pedro ha acompañado a este puerto en los momentos de alegría y también de sufrimiento. Desde el cielo, él intercede por nosotros y defiende nuestro mar. Sus predilectos son sin duda alguna, aquellos que faenando con las redes consiguen pesca abundante.

Además San Pedrito en este momento va generando en nuestra conciencia la obligación de proteger nuestra bahía contaminada en gran parte por la avaricia de los poderosos.

Sueño, porque así sueñan muchos hijos de esta tierra de promisión, con una ciudad hermosa, llena de árboles y de jardines, que todos los días se mira en el espejo transparente de la bahía y que desde esta experiencia estética, es capaz de levantar su himno agradecido al Señor. Sí Dios nos la dio y San Pedro nos bendice, seamos agradecidos y hagamos el propósito de proteger el regalo de Dios. De nosotros depende que esto llegue a ser una realidad. (Escrito por: Mons. Ángel Francisco Simón Piorno- Obispo de Chimbote)