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Mi enorme deuda con Javier Diez Canseco

(Por: Juan Gargurevich)  He demorado mucho en expresar y relatar la enorme deuda de gratitud que tuve y tengo con Javier Diez Canseco, a quien no describo ni elogio porque muchos me han precedido en esto y seguro que mejor de lo que yo podría.

Tuve la fortuna de conocer a Javier hace muchos años. Poseía aquel raro don de los buenos políticos que consiste en no olvidar nunca una cara y un apellido. Y así, viéndonos de cuando en cuando, siempre me saludaba y abrazaba con aprecio genuino.

Y se acordó de mí unas vísperas del Día del Periodista del 2011. Me contó un amigo que Javier estuvo pensando a quién distinguir que no fuera de los de siempre, de los de derechas. Y mi nombre fue el primero que surgió.

Así, el 29 de setiembre llegó un mensajero a mi casa y me entregó el siguiente documento –que transcribo con emoción y orgullo:

“El Congresista de la República que suscribe presenta la siguiente moción:

El Congreso Directivo del Congreso de la República;
Acuerda:

1.- Expresar su reconocimiento al periodista e historiador señor Juan Gargurevich Regal, por su contribución en la lucha por el respeto irrestricto de la libertad de expresión y en la enseñanza de un periodismo independiente y apegado a la verdad y a la ética; con motivo de celebrar 60 años de ejercicio profesional y a propósito de conmemorarse el 1 de octubre de2011 el Día del Periodismo.

2.- Transcribir la presente moción al periodista e historiador señor Juan Gargurevich Regal; y, por su intermedio, a todos los periodistas del Perú que con su labor contribuyen al fortalecimiento de la democracia y el desarrollo del país.

Lima, 27 de setiembre de 2011.- (Fdo.).- Javier Diez Canseco Cisneros, Congresista de la República”.

En los llamados “Considerandos” hizo una breve y precisa descripción de mi biografía periodística, evidenciando que se había tomado la molestia de encargar la búsqueda de los datos que debían sustentar su pedido para que el Congreso aprobara su moción.

¿Qué decir de Javier, además de lamentar su desaparición temprana? Como mínimo, recordarlo con enorme agradecimiento cada vez que sea posible. Y eso es lo que prometo hacer en cada oportunidad que se me presente.