Chimbote en Línea.- Joel, hijo de Juan Cortez Bravo y Rafaela López Pineda, ambos acusados de ser los presuntos testaferros de la prófuga “periodista” comando, Rossy Olivarez de la Cruz, denunció ante la Oficina Desconcertada de Control Interno del Ministerio Público al fiscal anticorrupción, Laureano Añanca Chumbe y al juez Richard Concepción Carhuancho por los delitos de prevaricato, abuso de autoridad y falsedad ideológica.

En conferencia de prensa el joven, refirió que a un año de haberse dictado la prisión preventiva contra sus padres, ha tratado de demostrar que son inocentes, sin embargo adujo que por tratarse de 'La Centralita' un caso coyuntural y político donde los involucrados están presos y otros prófugos, las investigaciones continúan.

“Se ha vulnerado el derecho a la libertad de mis padres que no tienen nada que ver en el caso. Me encuentro en una encrucijada con tinte político, donde los gobernantes que quizá cometieron dolo están presos y otros prófugos de la justicia”, expresó.

Joel Cortez López reiteró que Añanca Chumbe y Concepción Carhuancho cometieron los presuntos delitos mencionados, acusando a sus progenitores basándose en pruebas y hechos falsos. “Estos señores tienen que ser investigados de acuerdo a lo que indica la ley. Dicen que ellos no tenían suficiente capacidad económica para adquirir dos embarcaciones”, sostuvo.

En tanto el abogado de los procesados, Luís del Carpio Narváez, manifestó que el fiscal Añanca tomó como prueba el oficio 1358 aduciendo que las embarcaciones pesqueras “David” y “Rey David” de propiedad de los esposos sí contaban con permiso de pesca.

“Eso es falso, las embarcaciones no contaban con la licencia de pesca de anchoveta y no podían trabajar en Áncash. Nosotros no pagamos la suma de 5 mil dólares por embarcación que nos pedían en la Direpro para inscribirnos dentro de las 150 naves”, apuntó Joel Cortez.

Ellos pidieron a la prófuga Rossy Olivarez que diga toda la verdad y se someta a las investigaciones.

(Redacción Central)