Recuento anual de literatura ancashina

Chimbote en Línea (Por: Ricardo Ayllón)  Se termina el 2013 y ensayo un repaso de las obras literarias ancashinas dispuestas este año en mi despacho. En Poesía: Chimbote inicia el ciclo en el mes de enero con “Diagnóstico situacional” (Ornitorrinco), obra lírica completa del recién desaparecido poeta y narrador Marco Cueva Benavides; de ese mismo mes es “Ángel querido” (Río Santa), poemario de una primeriza Margot de la Cruz Campos, dedicado a su hijo.

Del mes de mayo es “Diálogo de los silencios” (Ornitorrinco), con el que su autor, el huaracino Alejandro Mautino Guillén, obtuviera una mención honrosa en el Concurso Nacional de Creación Literaria “José Watanabe Varas”.

En setiembre apareció en Coishco “Huellas en el camino de mi pueblo” (edición de autor) de Walter Hinostroza Castro, poesía sencilla pero con el auténtico sentir de las clases populares.

En octubre, prosa poética con “Los días perdidos de Bangkok” (Ornitorrinco) del joven huaracino Víctor Pasco, textos de grueso aunque bien manejado contenido erótico. Para cerrar el año, el porteño César Quispe Ramírez (Cielo Abierto) entregó “Reino interior”, libro ganador del Premio Internacional de Poesía “Carlos Ernesto García” en El Salvador.

En Cuento: Pablo Moreno Valverde lanzó durante el mes de marzo el opúsculo “Bajo las arenas del olvido” (Ornitorrinco), galardonado en un concurso de narrativa breve en Chimbote. Dos meses después, en el mes de mayo, Edgar Norabuena Figueroa entregó en Huaraz “Fuego cruzado. Relatos de violencia terrorista” (Pantera Negra), volumen que sigue el estilo neoindigenista trazado desde su primer libro. “El Apolo XII en San Miguel”, (Pisadiablo Ediciones) breve narración costumbrista de Víctor Hugo Alvítez, es publicado en el mes de noviembre en forma de plaqueta. Y acaba de aparecer en este mes “7 relatos peruanos” (Ornitorrinco) del sihuasino Alejandro La Torre, conjunto de corte andino que recrea mucho de la vivencialidad del autor.

En cuento infantil y juvenil: el chacasino Ludovico Cáceres Flor reúne en el mes de enero tres historias breves bajo el título de “Con su cajón lustrabotas” (Pantera negra); cinco meses después, en junio, la chimbotana Eva Velásquez publica cuentos infantiles surrealistas con el título de “Pasaje mar amarillo” (Arteidea). En noviembre, Pablo Moreno vuelve a la carga con el opúsculo “Puro amor” (Ornitorrinco), cuento juvenil con el que hace un sugestivo viraje en su itinerario narrativo.

En Novela: del mes de abril es “El patriarca” (Arteidea – Río Santa) de Francisco Vásquez León, voluminosa épica realista de luchas laborales; durante el mismo mes aparece, dentro del género policial, “Los asesinos de Banchero” (Etiqueta Azul) del periodista y narrador Ludovico Cáceres Flor; mientras que de mayo es “Cielo de las vertientes” (Río Santa) de Macedonio Villafán Broncano, quien vuelve a publicar un texto independiente tras largos años de silencio. Finalmente, en julio, Óscar Colchado Lucio entrega “El cerco de Lima” (Mesa Redonda), historia de guerra interna ambientada en la capital.

Por otra parte, dos muestras antológicas aparecieron en el mes de octubre: “Reflejos y sombras. Antología de cuentos Grupo Literario Isla Blanca” que muestra nuevamente los frutos creativos de los miembros del referido grupo, con la participación de 10 de ellos; la otra antología es “El hombre no camina solo. Animales en el cuento ancashino” (Pantera negra), selección de Eber Zorrilla Lizardo que constituye un sugerente muestrario narrativo orientado a la lectoría juvenil, con presencia de escritores andinos y costeños de diversas generaciones.

En Estudios, están: “Literaturas regionales. Narrativa huaracina reciente” (Pakarina - UNMSM) de Jorge Terán Morveli, análisis crítico –publicado en el mes de julio– sobre el trabajo de los más jóvenes narradores de esa zona ancashina. Vale consignar además dos estudios entregados en setiembre: “Literature I. Review of English Literature” (Fondo Editorial Pedagógico Chimbote), escrito íntegramente en inglés por Juan Carlos Ausejo Manco, y el importante ensayo “Juan Ojeda. Poesía metafísica” del docente sanmarquino, natural de Huaraz, Javier Morales Mena.

En cuanto a reediciones: en junio apareció la nueva edición de “El Señor de la Soledad de Huarás. Discursos de la abundancia y carencia” (UNASAM – Killa) de Marcos Yauri Montero.

De setiembre es la edición aumentada de “Mundo cachina” (Río Santa), importante volumen de crónicas del periodista y escritor chimbotano Augusto Rubio Acosta. Pero quizá la reedición más importante sea la de la novela “El zorro de arriba y el zorro de abajo” de José María Arguedas (Fondo Editorial de Nuevo Chimbote y Estruendomudo), publicada en el mes de octubre.

En noviembre, por otra parte, se publica una nueva edición de “El bagre partido” (Ornitorrinco), valioso conjunto de cuentos del desaparecido narrador Antonio Salinas, libro de culto que viera la luz por primera vez en 1985. Finalmente, el suscrito se atrevió a reeditar su libro de cuentos juveniles “Imberbes” y el poemario “Un poco de aire en una boca impura”. 

Este es solo un recuento de las publicaciones con las que tuve contacto este año. Es verdad que deben haber muchas más en otras provincias de nuestra Región y me habría gustado conocerlas; sin embargo, quienes deseen ponerse al día en literatura regional pueden contar con esta lista referencial.

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