Es que me descorazono ante la esterilidad fiscalizadora y legisladora de los regidores “comandos” de la Municipalidad de Chimbote.
Es que no encuentro suficientes paliativos para entender la impunidad en la quedan los delitos en Chimbote.
Es que no deja de ser preocupante entrever el callejón sin salida hacia el que va Chimbote. Es que algo tiene que cambiar para que cambie todo en Chimbote. Es que, si no es así, algo muy serio va a pasar en Chimbote.
Es que no se puede vivir un día y otro sufriendo cortes de agua y apagones de luz en Chimbote.
Es que, aún resignados a los cortes de agua y de luz, yo no sé qué pasaría si a estos padecimientos se aliara un terremoto como el de 1970, o un tsunami que le diera un baño a Chimbote. Es que también pueden complicarse más las cosas si continúan las invasiones de terreno alentadas por el ayuntamiento de Chimbote.
Es que nadie sabe qué barbaridad están haciendo en la avenida Pardo de Chimbote.
Es que no puede tolerarse que se llegue a la agresión física y verbal contra algunos periodistas de Chimbote, cuando, por el contrario, los vituperios y las tundas con ortigas deberían recibirlos aquellos mercenarios del periodismo de Chimbote.
Es que no se puede soportar el clima de intranquilidad e inseguridad que paulatinamente va creciendo entre los ciudadanos de Chimbote.
Es que me molesta tener que estar constantemente mirando hacia atrás para evitar que me bolsiquee un ladrón de Chimbote. Y es que ya es la tercera vez que casi me atropella un coche por culpa de los semáforos brutos de Chimbote.
Es que resulta por lo menos jocoso que se hayan reunido cuatro amiguetes presuntamente para recuperar la identidad y promover el turismo en Chimbote. Sobre todo si se tiene en cuenta que la Guía Turística española Trotamundos, recomienda a los turistas pasar de largo por el puerto de Chimbote por la carencia de atractivos turísticos y por la peligrosidad de sus calles.
Todo indica que necesitan una nueva camisa de fuerza algunos ciudadanos de Chimbote. O bien que se haga el experimento de comprobar que tal se desenvuelven sin camisa de fuerza muchos vecinos de Chimbote.
El 6 de diciembre cumple 105 años de su creación política el distrito de Chimbote. Y para variar, no hay un programa que conmemore y celebre dignamente este nuevo aniversario de Chimbote.
Es que, o se pone urgente coto a tanta indolencia y desidia o quedará al margen de la modernidad esta ciudad llamada Chimbote.
Se acerca el 25 de diciembre en Chimbote. Todas las madres que se encuentran en el último mes de gestación quieren que sus hijos nazcan ese día en Chimbote. Ignoran que no nacen con un pan bajo el brazo los niños en Chimbote.
Pero calma, no os preocupéis. Podemos atemperar tantas cosas que van mal en Chimbote.
También el verano está a la vuelta de la esquina, como quien dice, y es suficiente con observar tanto desatino desde fuera de Chimbote, en una terraza de la playa Besique, con la brisa marina refrescando nuestros rostros, unas cervezas bien frías al alcance de la mano, con la vista fija en las olas y los bodyboarders;y escuchando aunque sea en el celular la fenomenal versión de Hallelujah de la lindísima sueca Molly Sandén.
Todo esto sin dejar de pensar en nuestro querido Chimbote, cuyo destino, con las autoridades que tenemos, parece “un enigma envuelto en un misterio dentro de un acertijo…”