Los periodistas también descuartizan…

(Por: Juan Gargurevich - Periodista)  A propósito de mala imagen  ¿Qué es lo peor que le puede pasar a un periodista? ¿Qué lo plagien, impidan su libre expresión, que lo despidan, que se enamore de una colega, que no le publiquen sus notas…?

No. Lo peor que le puede pasar a un periodista es caer en manos de los periodistas, como estamos contemplando en el caso del desdichado Ricardo Vásquez Mori, promoción 99 de la Facultad de Comunicación de la U. Federico Villarreal.

noticia descuartizadorLa mayoría de las notas que vienen apareciendo en los diarios se refieren a Vásquez como “el periodista” y añaden “el asesino de la maleta” puntualizando, eso sí, que durante su infancia “ayudaba a su padre en una carnicería”.

Pobre coleguita, que es descrito así: “Pese al macabro silencio que guarda y el gesto siniestro de su rostro, el periodista no pudo burlar a la ciencia forense”.

Matar a alguien y meterlo en una maleta no es novedad por aquí.

En 1921 un baul abandonado en la estación de tren de Jauja llamó la atención de los guardianes por el mal olor. Lo abrieron y hallaron un cadáver que resultó ser de un norteamericano asesinado por sus socios europeos, o seda, “Los asesinos del Baul” (v. de Jorge Salazar “Historia de la noticia”).

Hay otros casos más que están registrados en la historia de la información policial criolla.

Todo indica que se trata de una tragedia de amor. A Vásquez se le fue la mano, mató a Enrique Arméstar y luego, desesperado, se le ocurrió que podría hacer desaparecer el cadáver cortándolo a pedazos que dejaría en diferentes lugares.

O sea que Vásquez no solo era periodista sino también ingenuo porque creyó que nadie lo descubriría.

“Buen amigo, buena persona, muy respetuoso de todo y de todos” se autodescribe el coleguita en su cuenta de Facebook, que todavía es posible aguaitar. Y hay además otros textos que pertenecen a la intimidad del desafortunado.

¿Y porqué se insiste en su condición de “periodista”? ¿Le da una calidad especial al asesino?

Lo cierto es que esta mañana me encontré con un vecino que me dijo “Ajá.. hay que tener cuidado con los periodistas”.

Luego mi amigo el vendedor de diarios comentó “Profe… los periodistas también son asesinos ¿verdad?”

Y finalmente acabo de recibir un correo que me dice “Se confirma entonces la mala imagen de los periodistas”.