Los grandes de la entrevista en el Perú

(Por: Juan Gargurevich)  ¿Los mejores entrevistadores peruanos? ¿La mejor definición de Entrevista? “La transcripción o relato de una conversación”. Y como estas hay cientos, al escoger. Pero no hace falta describir el género porque los lectores saben reconocerlo desde hace mucho, desde los tiempos aurorales de la prensa.

Es además el género periodístico más popular y tanto que en todos los medios masivos de toooodos los días hay entrevistas.

Cortas, largas, de retrato, en profundidad, de noticia simple, especializadas, de todo tipo. Pero hay buenas y malas y las primeras son las que hacen los buenos periodistas.

¿Cómo definir a una buena entrevista? Hay varios criterios válidos, El historiador de la PUCP José Ragas me decía que la buena entrevista es aquella en que se revela algo oculto. Otro amigo opinaba que bastaban un buen entrevistador y un buen entrevistado entablando una buena conversación.

Pero se puede distinguir dos clases fundamentales de entrevistas, a saber, aquellas que están tan ligadas al contexto, a la coyuntura que su vigencia desaparece pronto. Y las otras, las que trascienden al tiempo y merecen ser leídas así hayan pasado cien años tanto por el personaje como por el periodista que la realizó.

Los buenos entrevistadores imponen su estilo y pronto son imitados –como debe ser además- por legiones de nuevos periodistas que requieren de referencias profesionales.

¿Cuáles son las cualidades de un buen entrevistador? La básica, elemental, es la cultura personal. Luego, el profesionalismo. Y hay más, muy difíciles de encontrar: los dones de la conversación fácil y de la escucha atenta.

Tengo una lista breve de grandes entrevistadores peruanos que reunieron, o reúnen, esos dones.

Ernesto More (1897-1980) fue poeta, político, periodista de tanta importancia como su famoso hermano Federico, desde los años treinta. Y publicó muchos artículos, libros pero destacaron sus entrevistas.

En 1960 las recopiló de diversas publicaciones y editó sus “Reportajes con Radar” con un centenar de conversaciones de características especiales que podrían describirse como de estilo antiguo, es decir, sin grabadora y sin más armas que la buena memoria y apuntes breves.

Cada entrevista es un relato sobre la importancia de su entrevistado intercalando las opiniones que recoge en la conversa. Al revisar su libro el lector joven de hoy no reconocerá quizá casi a ninguno de los personajes pero si está interesado en la técnica de More, poco importará su vigencia.

Alfonso Tealdo (1914-1988). Todos lo reconocen como el más grande. Publicó entrevistas en revistas y diarios, pasó a la radio con éxito y causó sensación en la televisión con su “Tealdo Pregunta” en que hacía tropezar al más experimentado con su estilo nervioso e impaciente al punto que se decía que el programa debía llamarse “Tealdo Interrumpe”.

Sus entrevistas en prensa no han sido recogidas en libros, que sepamos. Y para disfrutar de su lectura hay que recorrer los periódicos en los que depositó su talento de preguntón sin descanso.

Quizá las mejores fueron las que hizo, muy joven, para la legendaria revista “Gala”. Su prestigio profesional opacó sus cambios políticos y fue entrevistado por los mejores, como los que siguen en mi lista.

Mario Campos (- +2004). Tampoco dejó libros y decenas de magníficas entrevistas están en periódicos importantes como Expreso, La República, Somos, Caretas. Los colegas lo recuerdan como amiguero, conversador incansable, buen bebedor pero sobre todo con aquel citado don de hacer hablar al interlocutor.

Sus entrevistas de La República son interminables; en cambio las de Caretas y Somos son más cuidadas, editadas, por razones de espacio. La característica esencial es que hacía que sus entrevistados abrieran sus corazones, revelaran intimidades y a veces hasta lloraban juntos.

César Hildebrandt. Está en plena vigencia y ha publicado dos libros de entrevistas escogidas porque la lista completa debe ser enorme. Descubrió su talento de conversador y de interrogador persistente en Caretas para pasar luego a la televisión. Su vasta cultura le permite ahondar en cualquier tema, prefiriendo el político donde suele confrontar sus ideas con las del entrevistado.

En síntesis, quien estudie la entrevista en el Perú no podrá prescindir de estos cuatro pèrsonajes.

En la foto: César Hildebrandt entrevistando a Alfonso Tealdo, circa 1980.

La Entrevista (IV). Los grandes de la entrevista en el Perú

¿Los mejores entrevistadores peruanos?

¿La mejor definición de Entrevista? “La transcripción o relato de una conversación”. Y como estas hay cientos, al escoger. Pero no hace falta describir el género porque los lectores saben reconocerlo desde hace mucho, desde los tiempos aurorales de la prensa.
Es además el género periodístico más popular y tanto que en todos los medios masivos de toooodos los días hay entrevistas.
Cortas, largas, de retrato, en profundidad, de noticia simple, especializadas, de todo tipo. Pero hay buenas y malas y las primeras son las que hacen los buenos periodistas.
¿Cómo definir a una buena entrevista? Hay varios criterios válidos, El historiador de la PUCP José Ragas me decía que la buena entrevista es aquella en que se revela algo oculto. Otro amigo opinaba que bastaban un buen entrevistador y un buen entrevistado entablando una buena conversación.
Pero se puede distinguir dos clases fundamentales de entrevistas, a saber, aquellas que están tan ligadas al contexto, a la coyuntura que su vigencia desaparece pronto. Y las otras, las que trascienden al tiempo y merecen ser leídas así hayan pasado cien años tanto por el personaje como por el periodista que la realizó.
Los buenos entrevistadores imponen su estilo y pronto son imitados –como debe ser además- por legiones de nuevos periodistas que requieren de referencias profesionales.
¿Cuáles son las cualidades de un buen entrevistador? La básica, elemental, es la cultura personal. Luego, el profesionalismo. Y hay más, muy difíciles de encontrar: los dones de la conversación fácil y de la escucha atenta.
Tengo una lista breve de grandes entrevistadores peruanos que reunieron, o reúnen, esos dones.
Ernesto More (1897-1980) fue poeta, político, periodista de tanta importancia como su famoso hermano Federico, desde los años treinta. Y publicó muchos artículos, libros pero destacaron sus entrevistas. En 1960 las recopiló de diversas publicaciones y editó sus “Reportajes con Radar” con un centenar de conversaciones de características especiales que podrían describirse como de estilo antiguo, es decir, sin grabadora y sin más armas que la buena memoria y apuntes breves.
Cada entrevista es un relato sobre la importancia de su entrevistado intercalando las opiniones que recoge en la conversa. Al revisar su libro el lector joven de hoy no reconocerá quizá casi a ninguno de los personajes pero si está interesado en la técnica de More, poco importará su vigencia.
Alfonso Tealdo (1914-1988). Todos lo reconocen como el más grande. Publicó entrevistas en revistas y diarios, pasó a la radio con éxito y causó sensación en la televisión con su “Tealdo Pregunta” en que hacía tropezar al más experimentado con su estilo nervioso e impaciente al punto que se decía que el programa debía llamarse “Tealdo Interrumpe”.
Sus entrevistas en prensa no han sido recogidas en libros, que sepamos. Y para disfrutar de su lectura hay que recorrer los periódicos en los que depositó su talento de preguntón sin descanso. Quizá las mejores fueron las que hizo, muy joven, para la legendaria revista “Gala”. Su prestigio profesional opacó sus cambios políticos y fue entrevistado por los mejores, como los que siguen en mi lista.
Mario Campos (- +2004). Tampoco dejó libros y decenas de magníficas entrevistas están en periódicos importantes como Expreso, La República, Somos, Caretas. Los colegas lo recuerdan como amiguero, conversador incansable, buen bebedor pero sobre todo con aquel citado don de hacer hablar al interlocutor. Sus entrevistas de La República son interminables; en cambio las de Caretas y Somos son más cuidadas, editadas, por razones de espacio. La característica esencial es que hacía que sus entrevistados abrieran sus corazones, revelaran intimidades y a veces hasta lloraban juntos.
César Hildebrandt. Está en plena vigencia y ha publicado dos libros de entrevistas escogidas porque la lista completa debe ser enorme. Descubrió su talento de conversador y de interrogador persistente en Caretas para pasar luego a la televisión. Su vasta cultura le permite ahondar en cualquier tema, prefiriendo el político donde suele confrontar sus ideas con las del entrevistado.

En síntesis, quien estudie la entrevista en el Perú no podrá prescindir de estos cuatro pèrsonajes.
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EN LA FOTO.- César Hildebrandt entrevistando a Alfonso Tealdo, circa 1980.

Mañana: Entrevista V.- Los mejores de la nueva generación