La Prensa” de Pedro Beltrán

(Por: Juan Gargurevich) Un personaje controvertido… y con razón Que mala prensa tenía don Pedro Beltrán Espantoso, dueño de la hacienda Montalván en el sur chico, líder visible de la poderosa Sociedad Nacional Agraria, pretendiente frustrado de la Presidencia, político taimado, maniobrero, anticomunista cerril, elegante, culto y amable…

la-prensa010¿Era un patriota don Pedro? Su exagerado seguimiento de la política de los Estados Unidos hizo dudar a muchos aunque se asegura que su angustia era el destino y futuro del Perú.

Beltrán cultivaba amigos y enemigos. En el importante grupo de periodistas e intelectuales que reunió en “La Prensa” lo apreciaban como lúcido guía, un visionario. En otras tiendas políticas lo detestaban y atacaban sin piedad.

¿Era un conservador, incluso un reaccionario? O quizá un moderno liberal no comprendido porque se adelantó a su tiempo.

Se hizo cargo pleno del diario en 1947 cuando su director Francisco Graña Garland fue asesinado por presuntos sicarios del Apra, todavía en el gobierno pero sufriendo los ataques implacables, entre otros, de “La Prensa”.

La biografía política de Beltrán es enrevesada y apasionante y entre las cosas que vale la pena relevar es su interés en convertir a “La Prensa” en un diario moderno al estilo de los neoyorkinos que conocía bien. Quizá el “New York Times” o el “Herald Tribune” eran sus modelos.

Los cambios importantes los inició recién en 1950 cuando ya circulaba con éxito creciente “Ultima Hora”. Hasta esa fecha la primera plana del diario estaba cubierta de avisos, algo ya inconcebible en el nuevo periodismo que campeaba en América Latina por la influencia homogeneizadora de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) de la que Beltrán era decidido impulsor.

Inició entonces la tarea de reunir una nueva redacción y llevó a jóvenes universitarios que mezcló con buenos profesionales lo que daría como resultado un cuerpo de redactores de excelente nivel.

En esa hornada inicial estuvieron los jóvenes Salazar Larraín, Zegarra Russo, Salazar Bondy, Chirinos Soto… y Jorge Moral, Jorge Donayre, Alfonso Pocho Delboy… una lista larga para otra historia.

Lo interesante de rescatar es el periodismo que se propusieron ejercer presidido por el Pensamiento Beltrán: Las noticias son de ustedes.. la opinión es mía.

Y así redactaron un Manual de Estilo en 1963 que decía, entre otras cosas: “Ha quedado ya, clara y terminantemente explicado que todo periodista que trabaje en LA PRENSA debe ser un esclavo de la verdad. Hemos visto que objetividad, imparcialidad, exactitud, precisión, etc, son condiciones indispensables en un periodista de este diario”.

¿Esto era posible en el diario de Pedro Beltrán? La interrogante se merece una discusión.

 

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Probando que la política es el arte de lo posible Beltrán se reunió con sus archienemigos Odría, Haya de la Torre. También estuvo Eudocio Ravines, su sicario anticomunista. La reunión causó estupor.