Las comedias románticas han ido mutando a temas más relacionados con el sexo que con el amor mismo, propio de las clásicas historias con finales felices y música empalagosa. Hoy nos vemos más bien arrastrados a historias de alcoba que sonrojarían a más de una ama de casa; pues bien, “Amigos con beneficios” no es precisamente para verla un fin de semana en casa junto a toda la parentela, es más bien un film para verla en el cine en buena compañía y con mente abierta.

La propuesta es cambiarse de Nueva York a Los Ángeles a hacerse cargo de una importante revista; este cambio de trabajo y de ciudad conducirá a una relación de amistad entre ambos personajes que, con el paso del tiempo, devendrá en un ejercicio de amistad con ventaja en lo sexual.

Y es aquí donde la película presenta tintes eróticos, mostrando piel, juegos de seducción y trabajadas escenas de sexo; la cámara se mueve con prestancia mostrándonos cómo estos jóvenes que no quieren una relación seria juegan peligrosamente con el placer.  

Hasta este punto la trama es más que simple, llena de clichés del cine yanqui; pero en la segunda mitad de la cinta, esta apunta a las relaciones familiares de estos amigos con ventaja. Un viaje para conocer a los padres de Timberlake hará que estos chicos modernos vean que hay un amor incipiente que tratan de esconder y hasta de anular, todo por no dejar de ser amigos.

El director Will Gluck, de escasa filmografía previa, maneja bien a Timberlake y Kunis, haciendo que esta historia traspase a los personajes y llegue al espectador quien sin duda prestará especial atención a Mila Kunis, quien se ve como una gran actriz que ya lo demostró en la premiada “Cisne negro” donde hace de la antagonista del personaje de Natalie Portman, así como a Timberlake quien, en su faceta de actor, se encuentra en más de un film reciente: “Redes sociales” y “Malas enseñanzas”, donde cumple pero no destaca.

En resumen, una cinta interesante en el contexto de las nuevas comedias –dizque– románticas