Acerca de la Reforma Educativa

reforma educativa 
A propósito del mensaje presidencial

Por: Ph. D. José María Huamán Ruiz (*)

Iniciado el Gobierno de Ollanta Humala, es hora de poner en la práctica lo que se prometió; siendo la reforma educativa uno de los puntos más saltantes que esperamos sea implementado con recursos económicos, capacitación y mejora de la normatividad educativa, considerando a la educación como un todo, desde la etapa inicial, hasta la profesionalización y especialización de post grado.

Todavía no se dice cómo se va a realizar esta reforma democrática, lo que da a pie a que se genere un debate nacional, especialmente al interior del propio sector educativo, pero donde también participe la ciudadanía, pues la educación, como siempre se dice, es una tarea de todos. Abordemos lo relacionado a la educación básica regular.

El presidente Huamala ha señalado que se implantará una jornada de estudio de 8 horas, se brindará alimentación (desayuno y almuerzo) en los colegios, así como se incentivará la cultura del deporte, a partir de la educación inicial, primaria y secundaria.

Si solo se llevara a la práctica estos aspectos, sin duda que se habría avanzado bastante; sin embargo, hay que tener en cuenta todo lo que ello implica. Actualmente el estudiante recibe entre 5 y 6 horas de clases, que al aumentar significaría mayor remuneración para los profesores.

Asimismo, al pasar mayor tiempo en el colegio, tiene que invertirse en laboratorios y bibliotecas, a fin de que los estudiantes puedan desarrollar su intelecto con la investigación científica y tecnológica, para aprender con la experimentación y no solamente de una manera libresca. También conlleva otra forma de intervención de los padres de familia, a través de las APAFAS y las Escuelas de Padres, que tendrían que ser reorientadas y fortalecidas.

Unido a ello, lo que se ha prometido por más de un candidato presidencial, y que Ollanta Humala lo ha reiterado: brindar la alimentación escolar. Es decir, dar desayuno y almuerzo a los estudiantes para que mejoren su rendimiento durante las 8 horas que permanecerán en la institución educativa.

Ello implica desde la construcción de comedores estudiantiles (ahora ningún centro educativo lo tiene), hasta la contratación de nutricionistas para que elaboren una dieta balanceada y variada, que sea del agrado y permita una buena alimentación de los escolares. Igualmente, tomar en cuenta el costo y preparación de los alimentos, así como el tratamiento de los desechos, los cuales, colateralmente, podrían servir para su uso ecológico, como abono orgánico de los huertos escolares.

Como se ve, este solo anuncio requiere un presupuesto importante; lo que únicamente se podría obtener si se eleva el porcentaje del PBI destinado a la educación, que actualmente es del 3%, hasta llegar al 6%. Lo que quiere decir que si no hay ninguna mejora económica del sector educación, en adecuación de los planteles, retribución a los profesores, costo de los alimentos, etc. lo mencionado caerá en saco roto. Este Gobierno recién empieza, tiene tiempo de ejecutarlo. Confiamos que el tema de la educación no sea un simple caballito de batalla electoral.

Otro aspecto central de la reforma educativa que se ha mencionado es incentivar la cultura del deporte, de todos los deportes, no solamente fútbol; lo cual requiere cubrir también una serie de necesidades: campos deportivos, implementos de educación física, profesores y entrenadores en las diversas disciplinas, financiar torneos escolares, dotarles de indumentaria deportiva, transporte, alimentación adecuada y todo aquello relacionado con la cultura física. Otro gasto importante a realizar. Ojalá que no se cargue a los sufridos bolsillos de los padres de familia.

¿Está dispuesto el Gobierno y el Congreso de la República a aprobar las normas y presupuestos pertinentes para esta reforma educativa? Esperemos que así sea, a partir del 2012, pues este año el presupuesto ya está aprobado y ejecutándose.

Claro que no solamente el Estado central debe participar en la mejora de la educación básica regular, sino también los gobiernos regionales y locales, así como el sector privado.

En resumen, un gran reto por delante, que depende de las autoridades y también del aporte de cada uno de nosotros. El debate está abierto.

(*) Rector
Universidad San Pedro